En febrero de 2018 estaban terminando de cubrirlo con andamios para darle un lavado de cara. Y así ha estado todos estos años.
Ahora, por fin, luce limpito. Y brilla. Un poco de más, con tantos dorados...
[Por cierto, esto de venir a Londres y pillar varios días SEGUIDOS de solete y calor es un lujo maravilloso...]
Al sentarnos en la hierba al otro lado de la calle he recordado un puzzle que tuve siendo muy pequeño, en el que se veía una foto del Big Ben y parte del edificio del Parlamento, y que me parecía dificilísimo, con tantas líneas verticales tan parecidas para formar la torre. Y quiero suponer, en ese recuerdo que me viene estando aquí, que mientras lo hacía pensaba que algún día iría a verlo en persona. El puzzle del Big Ben es uno de esos recuerdos de infancia que tengo borrosos, un poco vagos, no tengo claro cuántos años podría tener, ni si era algo a lo que jugaba con mis hermanas o solo, ni de dónde salió el puzzle, pero al mismo tiempo es un recuerdo muy seguro, muy nítido: recuerdo bien las horas echadas reuniendo y removiendo las piezas para completarlo...