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domingo, 8 de abril de 2018

William III

Hace unos días compré un librito que se llama algo así como Paseando por la Historia: descubre el Londres victoriano.
Asegura que lxs londinenses, y también quienes pasamos una temporada aquí, viven en casas victorianas, aprenden en colegios victorianos, rezan en iglesias victorianas, son tratados en hospitales victorianos, beben en pubs victorianos, juegan en parques y jardines victorianos, se entretienen en museos y teatros victorianos, conducen por calles victorianas, cruzan puentes victorianos y viajan por railes victorianos.
Así que, ante tanta insistencia en esto de que Londres es sí o sí una ciudad victoriana, propone unos cuantos itinerarios para conocer calles, edificios, escuelas, hospitales, iglesias, etc., etc...

[Me acordé de Paco, claro... tengo que enseñarle el librito cuando le vea...]

Hoy he salido de casa con la saludable intención de echar un ratito haciendo el primero de ellos, que empieza en el Kensington Palace, pasa por el Albert Memorial y el Royal Albert Hall, y luego sigue paseando por ese barrio.

Vano intento. Al principio parecía que el día me iba a respetar: nublado, gris, plomizo, pero sin lluvia ni frío. Pero en cuanto he bajado del autobús ha empezado esa lluvia tontorrona que no es ni mucha ni poca, pero es la justa para incordiarte, para andar un poco incómodo, medio mojado, con la capucha pero sin que llueva del todo... en fin, que he decidido meterme un rato a tomar un café por si la cosa mejoraba.
Pero no.
Así que tras hacer un amago de paseo por el parque y llegar hasta la puerta del Palacio en el que nació la Reina Victoria, la que da nombre a todo esto, y saludar a William III, el que se ve en bronce al fondo de la foto, que no sé qué tatarabuelo suyo será, me he vuelto a coger el bus a casita...

***

Por cierto, hoy hace 50 días que vine a Londres. Más o menos un tercio del tiempo que voy a estar aquí.
Me ha dado tiempo a hacer un montón de cosas, conocer a un montón de personas y visitar un montón de lugares...
Aunque aún sigo tratando de responder a las preguntas que tenía en la sierra antes de venirme. Esas siguen pendientes...

¡¡¡Seguimos!!!

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