Creo que hay cosas que esta gente hace muy bien. Y una de ellas, sin ninguna duda, son los museos.
Hoy he estado en el Museo de Londres, sobre la historia de la ciudad desde la prehistoria hasta hoy.
¡Increible!
Aún me gustaría hacerle al menos un par de visitas más, ya veremos si me da tiempo, pero hoy lo he disfrutado muchísimo. Tienen la habilidad de ir contándote las cosas de forma que cuando estás en la prehistoria tienes la certeza de estar en un museo arqueológico y cuando te hablan del Londres victoriano te hacen recorrer unas calles de la ciudad que imitan las tiendas y los negocios que podrías encontrar en esa época. Y cuando quieren hablarte de los Beatles o del punk te montan otra sala en la que te sientes en los 60 ó en los 80.
Haciendo parques y museos son imbatibles...
Y caminando iba pensando que ganar / Siempre es tentar a la otra cara de la suerte / Y que por eso te hacen daño los huesos / Cuando golpeas fuerte //
Y así se fue chasqueando los dientes / En memoria de algún actor / Cuyo nombre se ha perdido / Y que hacía de bandido //
Y sintió la alegría del olvido / Y al andar descubrió la maravilla / Del sonido de sus propios pasos / En la gravilla...
[El canto del gallo, Radio Futura, 1987]
Páginas
jueves, 31 de mayo de 2018
miércoles, 30 de mayo de 2018
Mary Wollstonecraft
He visitado la National Portrait Gallery: uno de los (muchos) museos que aún no había visitado en Londres: salas y salas llenas de retratos y más retratos entre los que, de vez en cuando, vas reconociendo a gente.
Mientras lo visitábamos se nos ocurrían muchas preguntas: ¿cuántos hombres y cuántas mujeres hay aquí retratadxs? ¿qué ha hecho cada unx de ellxs para tener un huequito en estas paredes? ¿cuántxs de ellxs han hecho que el mundo fuera un poquito mejor? ¿cuánta gente faltaría aquí y cuánta merecería no estar? ¿...?
La del cuadro es Mary Wollstonecraft, una de las primeras mujeres feministas, aunque en su tiempo aún no se hubiera inventado esa palabra. [En este año 2018 se celebra aquí el centenario del movimiento sufragista y de su logro del voto femenino en Reino Unido. Y en muchos sitios se están celebrando exposiciones y conmemoraciones para visibilizar a las muchas mujeres (y unos poquitos hombres) que lo hicieron posible.]
Mientras lo visitábamos se nos ocurrían muchas preguntas: ¿cuántos hombres y cuántas mujeres hay aquí retratadxs? ¿qué ha hecho cada unx de ellxs para tener un huequito en estas paredes? ¿cuántxs de ellxs han hecho que el mundo fuera un poquito mejor? ¿cuánta gente faltaría aquí y cuánta merecería no estar? ¿...?
La del cuadro es Mary Wollstonecraft, una de las primeras mujeres feministas, aunque en su tiempo aún no se hubiera inventado esa palabra. [En este año 2018 se celebra aquí el centenario del movimiento sufragista y de su logro del voto femenino en Reino Unido. Y en muchos sitios se están celebrando exposiciones y conmemoraciones para visibilizar a las muchas mujeres (y unos poquitos hombres) que lo hicieron posible.]
martes, 29 de mayo de 2018
Estegosaurio
Hace poco he vuelto a pasar por casa de Irene y Peter. Con ellxs, y con sus peques, viví las cuatro primeras semanas que pasé en Londres. Este dibujo es un regalo que me hicieron el otro día: un estegosaurio. ¡Me encanta!
Y estos días con el cambio de casa he hecho también cambio de decoración en mi habitación. Conservo, por supuesto, el mapa de Londres que tenía en la casa de anterior, pero he quitado todas las fotos y otras cosas que tenía colgadas y ahora, de momento, quien me acompaña es este bicho tan chulo que tiene un aspecto un poco amenazante con tanto pincho y tanta escama picuda en la espalda, pero que dibujado por un niño de seis años se vuelve amable y casi sonriente...
Y estos días con el cambio de casa he hecho también cambio de decoración en mi habitación. Conservo, por supuesto, el mapa de Londres que tenía en la casa de anterior, pero he quitado todas las fotos y otras cosas que tenía colgadas y ahora, de momento, quien me acompaña es este bicho tan chulo que tiene un aspecto un poco amenazante con tanto pincho y tanta escama picuda en la espalda, pero que dibujado por un niño de seis años se vuelve amable y casi sonriente...
lunes, 28 de mayo de 2018
De compras
Por motivos ajenos a mi voluntad he estado de compras por Oxford Street: Primark, Muji, Topshop, Bershka etc. Toda una experiencia que no sé ni contar aquí.
Soy incapaz de calcular cuánta gente se mueve cada día ahí ni cuánto dinero cambia de manos ni cuantísima gente hay trabajando por el mundo de un modo u otro para que todas estas tiendas funcionen.
Soy incapaz de calcular cuánta gente se mueve cada día ahí ni cuánto dinero cambia de manos ni cuantísima gente hay trabajando por el mundo de un modo u otro para que todas estas tiendas funcionen.
domingo, 27 de mayo de 2018
sábado, 26 de mayo de 2018
Cine casero
Y ésta es una de esas cosas tontorronas, que no parecen tan importantes, y que quizá no lo son tanto, pero que yo estaba echando mucho de menos: poder sentarme tranquilamente a cenar viendo una peli.
Sin más.
En estas semanas en las que he cambiado varias veces de alojamiento y en las que me estoy mudando con poco más que una maleta con cuatro cosas, estoy pensando mucho en cómo me relaciono con los lugares en los que vivo. Y estoy siendo consciente, más de lo que era, de lo importante que es para mi tener la sensación de que realmente me siento en casa allá donde viva. Necesito "apropiarme" del lugar de algún modo para tener ganas de estar allí, para vivirlo.
La mujer que me ha alquilado la habitación me dijo que si lo consideraba necesario llamara a alguien para que hiciera una limpieza general de la casa antes de entrar yo. Cuando vi cómo estaba pensé que en realidad no había que hacer tanto y al final he preferido hacerlo yo: ha sido una buena forma de "hacerme" con el que va a ser el sitio en el que voy a vivir en las próximas seis semanas.
Está siendo todo un ejercicio escucharme para descubrir qué quiero hacer cuando vuelva. Y en particular cómo y dónde quiero vivir...
¡Seguimos!
Sin más.
En estas semanas en las que he cambiado varias veces de alojamiento y en las que me estoy mudando con poco más que una maleta con cuatro cosas, estoy pensando mucho en cómo me relaciono con los lugares en los que vivo. Y estoy siendo consciente, más de lo que era, de lo importante que es para mi tener la sensación de que realmente me siento en casa allá donde viva. Necesito "apropiarme" del lugar de algún modo para tener ganas de estar allí, para vivirlo.
La mujer que me ha alquilado la habitación me dijo que si lo consideraba necesario llamara a alguien para que hiciera una limpieza general de la casa antes de entrar yo. Cuando vi cómo estaba pensé que en realidad no había que hacer tanto y al final he preferido hacerlo yo: ha sido una buena forma de "hacerme" con el que va a ser el sitio en el que voy a vivir en las próximas seis semanas.
Está siendo todo un ejercicio escucharme para descubrir qué quiero hacer cuando vuelva. Y en particular cómo y dónde quiero vivir...
¡Seguimos!
viernes, 25 de mayo de 2018
Half term
Vacaciones. Por fin. Me estaban haciendo falta.
Y me encanta que coincidan con la mudanza, con el buen tiempo y con la visita de María y Sergio y Pilar.
¡Bienvenidas vacaciones!
Y me encanta que coincidan con la mudanza, con el buen tiempo y con la visita de María y Sergio y Pilar.
¡Bienvenidas vacaciones!
jueves, 24 de mayo de 2018
Mudanza
Creo que hoy he hecho la mudanza más fácil y más rápida de mi vida. Por la noche dejé la maleta hecha y por la mañana he salido de casa, he cerrado la puerta a mi espalda y he echado a andar.
La calle a la que me mudo hace esquina con la calle en la que he estado estos dos meses, así que he tenido la sensación de que esta mudanza no ha sido más que un paseo por el barrio.
Y he sentido alivio.
Empiezo mi última etapa en Londres y estoy muy contento.
La calle a la que me mudo hace esquina con la calle en la que he estado estos dos meses, así que he tenido la sensación de que esta mudanza no ha sido más que un paseo por el barrio.
Y he sentido alivio.
Empiezo mi última etapa en Londres y estoy muy contento.
miércoles, 23 de mayo de 2018
En el camino... y avanzando...
Estos días voy a sentir muy claramente que empiezo mi última etapa en Londres: mañana me cambio de casa, el viernes empiezo las vacaciones del half term de mayo, el lunes llega María y el siguiente fin de semana vienen Sergio y Pilar.
Unos días de descanso, de turismo y visitas, de lectura y escritura y museos y paseos y conversaciones y cafés.
Y en las próximas semanas tendré que decidir qué viene después de esto.
¡Seguimos!
Unos días de descanso, de turismo y visitas, de lectura y escritura y museos y paseos y conversaciones y cafés.
Y en las próximas semanas tendré que decidir qué viene después de esto.
¡Seguimos!
martes, 22 de mayo de 2018
Ventanas que se abren a nuevas etapas
Hace un par de meses contaba aquí que me cambiaba de casa y que empezaba una nueva etapa en Londres. Ese fin de semana me movía de la casa de Irene y Peter en la que pasé las primeras cuatro semanas a la de Blanca, en la que he vivido desde entonces. Como una especie de despedida colgué una foto de una ventana que había estado viendo día a día desde que aterricé aquí y que me dio mucha calma durante ese tiempo.
Los dos meses que he pasado en esta casa han sido más incómodos, mucho menos acogedores, por decirlo de algún modo. Al llegar me hizo gracia encontrar una ventana parecida. Desde hace unos días está adornada con esas conchitas de alguna playa del Reino Unido.
Me ha parecido una buena idea marcar el final de esta etapa y el inicio de la siguiente con esta otra ventana.
En unos días me traslado del todo.
¡Seguimos!
Los dos meses que he pasado en esta casa han sido más incómodos, mucho menos acogedores, por decirlo de algún modo. Al llegar me hizo gracia encontrar una ventana parecida. Desde hace unos días está adornada con esas conchitas de alguna playa del Reino Unido.
Me ha parecido una buena idea marcar el final de esta etapa y el inicio de la siguiente con esta otra ventana.
En unos días me traslado del todo.
¡Seguimos!
lunes, 21 de mayo de 2018
Me mudo
Ya está: por la mañana he vuelto a quedar con la que va a ser mi nueva landlady, hemos concretado fechas, dineros y condiciones, y me he ido al cole con la llave de la que va a ser mi nueva casita durante las últimas semanas que voy a pasar en Londres.
No puedo estar más contento.
No puedo estar más contento.
domingo, 20 de mayo de 2018
Descubriendo Londres
Ya lo he contado muchas veces en este blog: no paro de descubrir cosas en Londres. Esta vez ha sido el Barbican. Me habían hablado de este sitio pero aún no había pasado por allí. Y hoy me ha parecido un descubrimiento fantástico...
Queda entre mis 'favoritos' londinenses.
La foto la he hecho en la iglesia de St. Bartholomew, en plena City of London.
Cuando vino Elia hace unas semanas me contó que era la iglesia más antigua de Londres y que le habían recomendado mucho que la visitara. Después de unas cuantas vueltas dimos con ella y nos encantó el jardincito de la entrada, la fachada, la sensación de tranquilidad absoluta en medio de la vorágine del Londres más estresante... pero la encontramos cerrada y no pudimos disfrutar del interior.
Esta vez he tenido más suerte, he podido dar un paseo por dentro, y me ha parecido un lugar maravilloso: bellísimo y verdaderamente un oasis de calma en pleno caos.
También tengo que volver aquí. Y a ser posible intentar asistir a algún concierto: había un pequeño coro ensayando y daban muchas ganas...
***
Ha sido un día fantástico: disfrutando de la ciudad con Giulia y Patricia, descubriendo como siempre aquí y aprovechando que estos días está haciendo un tiempo fenomenal... pero mi noticia del día ha sido, resumiendo y sin anestesia, que por fin he encontrado un lugar al que mudarme.
Por la mañana he vuelto a enviar un mensaje a lxs profes del Cañada preguntando si alguien sabía de algo para el half term y al rato una de las profas me ha respondido diciendo que una amiga tiene una casa, que alquila habitaciones, que está cerca del cole...
He escrito a Giulia diciéndole que llegaba tarde y me he ido a verla. Y a partir de ahí ha sido todo sorprendentemente fácil.
Hace sólo unos días decía aquí que esperaba poder mudarme pronto a algún lugar en el que me sintiera mejor que donde estoy. Y decía que confiaba en que fuera pronto. Pero casi no me puedo creer que haya llegado ya ese momento...
Queda entre mis 'favoritos' londinenses.
La foto la he hecho en la iglesia de St. Bartholomew, en plena City of London.
Cuando vino Elia hace unas semanas me contó que era la iglesia más antigua de Londres y que le habían recomendado mucho que la visitara. Después de unas cuantas vueltas dimos con ella y nos encantó el jardincito de la entrada, la fachada, la sensación de tranquilidad absoluta en medio de la vorágine del Londres más estresante... pero la encontramos cerrada y no pudimos disfrutar del interior.
Esta vez he tenido más suerte, he podido dar un paseo por dentro, y me ha parecido un lugar maravilloso: bellísimo y verdaderamente un oasis de calma en pleno caos.
También tengo que volver aquí. Y a ser posible intentar asistir a algún concierto: había un pequeño coro ensayando y daban muchas ganas...
***
Ha sido un día fantástico: disfrutando de la ciudad con Giulia y Patricia, descubriendo como siempre aquí y aprovechando que estos días está haciendo un tiempo fenomenal... pero mi noticia del día ha sido, resumiendo y sin anestesia, que por fin he encontrado un lugar al que mudarme.
Por la mañana he vuelto a enviar un mensaje a lxs profes del Cañada preguntando si alguien sabía de algo para el half term y al rato una de las profas me ha respondido diciendo que una amiga tiene una casa, que alquila habitaciones, que está cerca del cole...
He escrito a Giulia diciéndole que llegaba tarde y me he ido a verla. Y a partir de ahí ha sido todo sorprendentemente fácil.
Hace sólo unos días decía aquí que esperaba poder mudarme pronto a algún lugar en el que me sintiera mejor que donde estoy. Y decía que confiaba en que fuera pronto. Pero casi no me puedo creer que haya llegado ya ese momento...
sábado, 19 de mayo de 2018
Reencuentro
Hace tres o cuatro años que no veía a Giulia. Desde hace casi veinte, que nos conocimos en uno de mis talleres en Madrid, nos vamos siguiendo la pista uno al otro y cada cierto tiempo nos encontramos aquí o allá.
Pueden pasar meses o años sin vernos. Incluso teniendo pocas noticias del otro. Pero de repente la vida nos vuelve a cruzar y el encuentro vuelve a ser rico y volvemos a sentir que el vínculo sigue intacto.
Ha venido a pasar el fin de semana a Londres. A verme a mi y a su amiga Patricia. Hoy he pasado parte del día con ella y hemos cenado lxs tres juntxs en un mexicano.
¡Solo no puedes pero con amigos sí!
Pueden pasar meses o años sin vernos. Incluso teniendo pocas noticias del otro. Pero de repente la vida nos vuelve a cruzar y el encuentro vuelve a ser rico y volvemos a sentir que el vínculo sigue intacto.
Ha venido a pasar el fin de semana a Londres. A verme a mi y a su amiga Patricia. Hoy he pasado parte del día con ella y hemos cenado lxs tres juntxs en un mexicano.
¡Solo no puedes pero con amigos sí!
viernes, 18 de mayo de 2018
Un respiro
Creo que ya lo he contado aquí en alguna ocasión: sin duda, una de las mejores cosas que me están pasando en estos meses es la gente que estoy conociendo.
Viernes. Termino la semana, como siempre, con los dos primeros de ESO. Urge un respiro para resetear la semana y empezar el fin de semana con otra energía.
Viernes. Termino la semana, como siempre, con los dos primeros de ESO. Urge un respiro para resetear la semana y empezar el fin de semana con otra energía.
jueves, 17 de mayo de 2018
Otra vez en la pasarela
Como mi landlady me cambió las condiciones que habíamos acordado al principio y, de repente, decidió que no admitía que trajera visitas a casa, estos días he vuelto a la casa de Irene y Peter, en la que pasé mis primeras semanas en Londres. He vuelto a ver a sus peques y he vuelto a sentirme muy a gusto allí. Y he vuelto a cruzar la pasarela que crucé a diario para ir y volver del cole en esos primeros días.
Ayer hablaba de los mapas que creamos de los lugares según los vamos viviendo y conociendo. Me refería a los lugares que visitamos: sitios en los que comemos, o que nos gustan para tomar un café o trabajar o charlar con alguien.
Pero también me llama mucho la atención cómo vamos construyendo poco a poco una red de caminos por los que transitamos. Al principio tardé un tiempo en ir uniendo mentalmente unos puntos con otros según los iba conociendo.
Estos días, al volver a cruzar la pasarela sobre el canal, he sentido que volvía a un territorio ya conocido, que formaba parte de mi vida aquí y de mi cotidianidad.
Posiblemente pronto me vuelva a cambiar de casa. Me apetece estar en un lugar en el que me sienta más cómodo. Espero que más pronto que tarde.
Y entonces volveré a crear hilos nuevos en esa red y a dibujar nuevos caminos en este mapa autobiográfico que poco a poco me estoy construyendo de esta ciudad.
Ayer hablaba de los mapas que creamos de los lugares según los vamos viviendo y conociendo. Me refería a los lugares que visitamos: sitios en los que comemos, o que nos gustan para tomar un café o trabajar o charlar con alguien.
Pero también me llama mucho la atención cómo vamos construyendo poco a poco una red de caminos por los que transitamos. Al principio tardé un tiempo en ir uniendo mentalmente unos puntos con otros según los iba conociendo.
Estos días, al volver a cruzar la pasarela sobre el canal, he sentido que volvía a un territorio ya conocido, que formaba parte de mi vida aquí y de mi cotidianidad.
Posiblemente pronto me vuelva a cambiar de casa. Me apetece estar en un lugar en el que me sienta más cómodo. Espero que más pronto que tarde.
Y entonces volveré a crear hilos nuevos en esa red y a dibujar nuevos caminos en este mapa autobiográfico que poco a poco me estoy construyendo de esta ciudad.
miércoles, 16 de mayo de 2018
Mapas
Anoche volví, esta vez con María, al Kanada-ya, el restaurante japonés de Piccadilly en el que estuve hace unas semanas con Carlos y que tanto me gustó. Un cierre perfecto para estos días con ella en Londres.
No tengo ni idea de cuántos cientos de restaurantes y de pubs habrá en esta ciudad. MIles. Por mucho tiempo que estés aquí en realidad sólo acabas conociendo unos poquitos. Y los conoces porque alguien te lleva o porque el azar te hace encontrarlos o porque algo te llama la atención de ellos o porque en un momento de prisas no encuentras otro sitio abierto en el que parezca que puede merecer la pena comer o tomar algo.
El caso es que poco a poco, probando, confiando en el azar y en la intuición, uno se va construyendo su propia lista de preferencias, de lugares 'favoritos' a los que te gusta ir y a los que te apetece llevar a quienes quieren compartir una parte del camino contigo.
En estos meses que llevo aquí, poco a poco, muy despacito, voy haciendo esa especie de mapa de los lugares de Londres que me gusta visitar. No es sólo un mapa de sitios donde me gusta comer o tomar un café, es también el mapa de lo que estoy viviendo aquí. Un mapa vivo.
No tengo ni idea de cuántos cientos de restaurantes y de pubs habrá en esta ciudad. MIles. Por mucho tiempo que estés aquí en realidad sólo acabas conociendo unos poquitos. Y los conoces porque alguien te lleva o porque el azar te hace encontrarlos o porque algo te llama la atención de ellos o porque en un momento de prisas no encuentras otro sitio abierto en el que parezca que puede merecer la pena comer o tomar algo.
El caso es que poco a poco, probando, confiando en el azar y en la intuición, uno se va construyendo su propia lista de preferencias, de lugares 'favoritos' a los que te gusta ir y a los que te apetece llevar a quienes quieren compartir una parte del camino contigo.
En estos meses que llevo aquí, poco a poco, muy despacito, voy haciendo esa especie de mapa de los lugares de Londres que me gusta visitar. No es sólo un mapa de sitios donde me gusta comer o tomar un café, es también el mapa de lo que estoy viviendo aquí. Un mapa vivo.
martes, 15 de mayo de 2018
lunes, 14 de mayo de 2018
Holland Park
Una de las cosas que más me están gustando de Londres es que cada dos por tres me sorprende con algo. Todo el rato. Sin parar.
Esta vez ha sido el Holland Park, un parque que no está lejos de donde vivo, del que me habían hablado (y recomendado) unas cuantas personas, pero que aún no había tenido tiempo de ir a ver.
Y ha sido todo un descubrimiento: otro de esos "pulmones" que tiene Londres aquí y allá en los que pasear y perderte y descubrir...
Creo que es este tipo de cosas lo que hace que esta ciudad provoque esta sensación de que es inagotable. Y eso mola.
(Y además estos días está haciendo un tiempo maravilloso, así que estos descubrimientos dan todavía más gusto y sientan aún mejor...)
Esta vez ha sido el Holland Park, un parque que no está lejos de donde vivo, del que me habían hablado (y recomendado) unas cuantas personas, pero que aún no había tenido tiempo de ir a ver.
Y ha sido todo un descubrimiento: otro de esos "pulmones" que tiene Londres aquí y allá en los que pasear y perderte y descubrir...
Creo que es este tipo de cosas lo que hace que esta ciudad provoque esta sensación de que es inagotable. Y eso mola.
(Y además estos días está haciendo un tiempo maravilloso, así que estos descubrimientos dan todavía más gusto y sientan aún mejor...)
domingo, 13 de mayo de 2018
O2
He vuelto a Greenwich. María ha vuelto a acercarse estos días a London a hacerme una visita y esta vez le he propuesto hacer un poco el cabra y subirnos al O2. No es una de esas cosas que ninguno de lxs dos elegiríamos hacer cuando visitamos una ciudad, pero cuando lo descubrí hace unos días me pareció que podía ser algo divertido para hacer juntxs...
Nos lo hemos pasado bien haciendo un poco el mono por ahí arriba y viendo la ciudad desde las alturas.
(Luego nos hemos dado una vuelta por dentro del edificio y nos ha parecido una de esas cosas prescindibles y n'undeables, demasiado galáctico y con la sensación de que en realidad no saben qué hacer con él, como tantas veces con estos "cacharros" que crecen en las ciudades, y claro, lo están llenando de tiendas y bares convirtiéndolo en una especie de centro comercial demasiado caro y demasiado feo...)
Nos lo hemos pasado bien haciendo un poco el mono por ahí arriba y viendo la ciudad desde las alturas.
(Luego nos hemos dado una vuelta por dentro del edificio y nos ha parecido una de esas cosas prescindibles y n'undeables, demasiado galáctico y con la sensación de que en realidad no saben qué hacer con él, como tantas veces con estos "cacharros" que crecen en las ciudades, y claro, lo están llenando de tiendas y bares convirtiéndolo en una especie de centro comercial demasiado caro y demasiado feo...)
sábado, 12 de mayo de 2018
Miniaturas
He estado en la feria de miniaturas que se hace cada año en Kensington: el Kensington Dollshouse Festival. Tenía muchas ganas de acercarme por allí y de tratar de escucharme un poco para ver qué tal me sentía imaginándome allí detrás de alguno de los mostradores.
He estado un par de horas dando vueltas entre las mesas. Viendo algunas cosas que no me han parecido demasiado interesantes y otras maravillosas. Durante un rato he estado pensando que qué pintaba yo allí. Que si tengo tantas ganas de hacer miniaturas y mueblecitos y pianitos quizá lo que tengo que hacer es simplemente ponerme a ello y hacerlo como hobby. Y si en algún momento alguna le interesa a alguien, la vendo o la regalo o lo que sea. Durante parte de mi paseo por allí estaba sintiendo que aquel no era mi sitio...
Luego en una de las mesas una chica se me ha acercado y me ha preguntado si me interesaba lo que tenían. Le he dicho que hablaba español y nos hemos puesto a hablar.
Era la mesa de Fernando Setién, a quien descubrí y sigo desde hace tiempo en instagram y que hace miniaturas de muebles contemporáneos.
Hemos estado un buen rato de charla. Me ha sentado bien. Me han animado mucho a que si me apetece me ponga con ello. Me han contado sobre su experiencia y sus dificultades para abrirse un huequito en este mundillo.
El caso es que al final he salido más o menos con la misma duda con la que entré sobre si me apetece o no meterme en este lío.
Otra puerta abierta que tengo que decidir si quiero cruzar o no...
He estado un par de horas dando vueltas entre las mesas. Viendo algunas cosas que no me han parecido demasiado interesantes y otras maravillosas. Durante un rato he estado pensando que qué pintaba yo allí. Que si tengo tantas ganas de hacer miniaturas y mueblecitos y pianitos quizá lo que tengo que hacer es simplemente ponerme a ello y hacerlo como hobby. Y si en algún momento alguna le interesa a alguien, la vendo o la regalo o lo que sea. Durante parte de mi paseo por allí estaba sintiendo que aquel no era mi sitio...
Luego en una de las mesas una chica se me ha acercado y me ha preguntado si me interesaba lo que tenían. Le he dicho que hablaba español y nos hemos puesto a hablar.
Era la mesa de Fernando Setién, a quien descubrí y sigo desde hace tiempo en instagram y que hace miniaturas de muebles contemporáneos.
Hemos estado un buen rato de charla. Me ha sentado bien. Me han animado mucho a que si me apetece me ponga con ello. Me han contado sobre su experiencia y sus dificultades para abrirse un huequito en este mundillo.
El caso es que al final he salido más o menos con la misma duda con la que entré sobre si me apetece o no meterme en este lío.
Otra puerta abierta que tengo que decidir si quiero cruzar o no...
viernes, 11 de mayo de 2018
Zapatos desparejados
No recuerdo bien cuándo vi el primero, pero el caso es que a los pocos días de llegar a Londres me llamó la atención ver por la calle un zapato desparejado. Y se me ocurrió hacerle una foto.
A los pocos días vi otro y volví a fotografiarlo.
Y ahora que llevo casi tres meses me doy cuenta de que, casi sin querer, como suele pasar con muchas colecciones, he ido montando una pequeña colección, otra, de fotos de zapatos londinenses desparejados...
Hoy, volviendo a casa después de tomarme un café con uno de mis compis profes en el Kitchen & Pantry, me he encontrado otro en Portobello Road.
Un día de estos echaré un vistazo a todas mis fotos de Londres, reuniré en una sola carpeta todos los zapatos desparejados que he ido encontrando por aquí y veré si ha salido algo interesante.
De momento está siendo divertido (y debo admitir que algo sorprendente) encontrar tantos zapatos por ahí.
A los pocos días vi otro y volví a fotografiarlo.
Y ahora que llevo casi tres meses me doy cuenta de que, casi sin querer, como suele pasar con muchas colecciones, he ido montando una pequeña colección, otra, de fotos de zapatos londinenses desparejados...
Hoy, volviendo a casa después de tomarme un café con uno de mis compis profes en el Kitchen & Pantry, me he encontrado otro en Portobello Road.
Un día de estos echaré un vistazo a todas mis fotos de Londres, reuniré en una sola carpeta todos los zapatos desparejados que he ido encontrando por aquí y veré si ha salido algo interesante.
De momento está siendo divertido (y debo admitir que algo sorprendente) encontrar tantos zapatos por ahí.
jueves, 10 de mayo de 2018
Días largos
Algunos días se hacen muy muy largos: muchas horas en el cole, demasiada adolescencia insustancial y hormonada, y al salir por la tarde aún un par de clases particulares a domicilio, aunque esas son mucho más agradables y agradecidas.
Mañana viernes.
Y el finde promete.
Y dan buen tiempo para los próximos días...
Mañana viernes.
Y el finde promete.
Y dan buen tiempo para los próximos días...
miércoles, 9 de mayo de 2018
KDF
Hace tiempo que quiero hacer miniaturas. Lo intenté hace unos meses pero sin mucho convencimiento. Así que es un proyecto que aún me ilusiona y que aún tengo pendiente.
Sé desde hace mucho que en Londres se celebra una de las ferias de miniaturas más interesantes, el Kensington Dollshouse Festival. Y hace unas semanas me enteré de que me pilla aquí (es este próximo fin de semana) y además no es lejos de casa (creo que el lugar en el que se celebra debe estar a unos cuarenta minutos de casa).
Así que este sábado por la mañana me voy para allá...
Estoy seguro de que me va a encantar y a asombrar lo que voy a ver allí.
Y espero que, de algún modo, me ayude a decidir si quiero embarcarme de verdad en ese proyecto o es sólo una de esas cosas que creo que me gustaría hacer pero en realidad no acabo de creerme del todo...
¡Seguimos!
Sé desde hace mucho que en Londres se celebra una de las ferias de miniaturas más interesantes, el Kensington Dollshouse Festival. Y hace unas semanas me enteré de que me pilla aquí (es este próximo fin de semana) y además no es lejos de casa (creo que el lugar en el que se celebra debe estar a unos cuarenta minutos de casa).
Así que este sábado por la mañana me voy para allá...
Estoy seguro de que me va a encantar y a asombrar lo que voy a ver allí.
Y espero que, de algún modo, me ayude a decidir si quiero embarcarme de verdad en ese proyecto o es sólo una de esas cosas que creo que me gustaría hacer pero en realidad no acabo de creerme del todo...
¡Seguimos!
martes, 8 de mayo de 2018
Verde y amarillo
Muchos días, yendo o viniendo del cole, paso por este seto de colores.
Verlo me alegra la vista: es una belleza...
Verlo me alegra la vista: es una belleza...
lunes, 7 de mayo de 2018
Lápices
Llevo más de treinta y cinco años dando clases. Las primeras las di cuando tenía quince años al hijo de una amiga de mi madre. Y desde entonces, con interrupciones, he dado cientos de ellas. Me gusta. Es un trabajo en el que tienes la sensación de estar enseñando de verdad: una sola persona delante de ti, interesada en aprender algo que tú sabes, y la posibilidad de resolver dudas, de relajar la tensión antes de una prueba, de aclarar ideas, de ayudar a superar un examen o una asignatura, .
Antes de venir aquí el profesor al que iba a sustituir me comentó que las clases eran una buena posibilidad para completar un poco el raquítico sueldo de interino. Pensé que quizá no sería fácil encontrar alumnxs, pero al cabo de pocos días uno de los profes del Cañada me propuso echar una mano a su hija con las matemáticas de segundo de bachillerato. De ahí salió algún alumnx más, corrió la voz y ninguna semana he dejado de dar alguna clase aquí o allá.
Hay una parte de esto que, obviamente, me satisface, que es la que decía más arriba de poder mejorar mis ingresos. Pero también he sentido aquí una satisfacción y una confianza que hacía tiempo que no sentía tan claramente: me está sentando muy bien tener la seguridad de que sólo con lo que sé y con un lápiz puedo buscarme la vida. No necesito más.
Antes de venir aquí el profesor al que iba a sustituir me comentó que las clases eran una buena posibilidad para completar un poco el raquítico sueldo de interino. Pensé que quizá no sería fácil encontrar alumnxs, pero al cabo de pocos días uno de los profes del Cañada me propuso echar una mano a su hija con las matemáticas de segundo de bachillerato. De ahí salió algún alumnx más, corrió la voz y ninguna semana he dejado de dar alguna clase aquí o allá.
Hay una parte de esto que, obviamente, me satisface, que es la que decía más arriba de poder mejorar mis ingresos. Pero también he sentido aquí una satisfacción y una confianza que hacía tiempo que no sentía tan claramente: me está sentando muy bien tener la seguridad de que sólo con lo que sé y con un lápiz puedo buscarme la vida. No necesito más.
domingo, 6 de mayo de 2018
Comiendo en los parques
Hoy he vuelto a coger mi librito sobre el Londres victoriano y un túper con una buena ración de lo que sobró de la paella de ayer, y he vuelto a salir a la calle a seguir descubriendo la ciudad y disfrutándola.
Pero yo me voy a tomar el día de trabajo: por la mañana deberes en casa (tengo mucho que corregir, preparar clases, y algunas cosas más que tengo pendientes...) y por la tarde tengo varias clases particulares que dar.
Con el final de curso empieza el llanto y el crujir de dientes, cunde el pánico entre lxs alumnxs de bachillerato, y mi teléfono no para de sonar... así que tengo que aprovechar estos días para enseñar matemáticas y física, que luego vienen las vacas flacas y se pasa mucha calamidad.
***
Mañana no tenemos cole: bank holiday.Pero yo me voy a tomar el día de trabajo: por la mañana deberes en casa (tengo mucho que corregir, preparar clases, y algunas cosas más que tengo pendientes...) y por la tarde tengo varias clases particulares que dar.
Con el final de curso empieza el llanto y el crujir de dientes, cunde el pánico entre lxs alumnxs de bachillerato, y mi teléfono no para de sonar... así que tengo que aprovechar estos días para enseñar matemáticas y física, que luego vienen las vacas flacas y se pasa mucha calamidad.
sábado, 5 de mayo de 2018
Paella
Vicente, uno de los profes veteranos del Cañada Blanch, nos ha invitado en el cole a una paella de despedida por su jubilación que ha sido un espectáculo.
Ayer hablaba aquí de que una de las mejores cosas que me están pasando en Londres durante estas semanas es la oportunidad de conocer gente estupenda y de compartir tiempos y experiencia con ellxs.
Y esto que ha pasado hoy ha sido un buen ejemplo de eso que contaba ayer: la mayor parte de la gente que trabajamos en el cole, algunxs con sus parejas o con sus criaturas, comiendo juntxs en el comedor sin hablar (casi) del cole ni del alumnado ni de todo lo que pasa allí dentro.
Ha sido un gusto.
Por cierto: habitualmente se me suele dar bien echarle un primer vistazo a alguien y "decidir" si me gusta o no y si "quiero hacerme amigo" de esa persona. Suelo acertar en mi criterio. Elia me ha dicho muchas veces que esa intuición mía sobre las personas que conozco suele ser muy fiable.
Al llegar al cole también me ha pasado, claro. Hay personas que casi desde el minuto uno me gustaron (algunas mucho) y rápidamente las apunté en la lista de "gente de la que me gustaría hacerme amigo".
Y en la paella de hoy he sido consciente de que hay unas cuantas personas en esa lista con las que aún casi no he hablado: el ritmo del cole y de la sala de profesores deja poco espacio para relacionarse de forma relajada.
Tengo que ponerme las pilas en este tiempo que queda hasta el final de curso...
Ayer hablaba aquí de que una de las mejores cosas que me están pasando en Londres durante estas semanas es la oportunidad de conocer gente estupenda y de compartir tiempos y experiencia con ellxs.
Y esto que ha pasado hoy ha sido un buen ejemplo de eso que contaba ayer: la mayor parte de la gente que trabajamos en el cole, algunxs con sus parejas o con sus criaturas, comiendo juntxs en el comedor sin hablar (casi) del cole ni del alumnado ni de todo lo que pasa allí dentro.
Ha sido un gusto.
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Por cierto: habitualmente se me suele dar bien echarle un primer vistazo a alguien y "decidir" si me gusta o no y si "quiero hacerme amigo" de esa persona. Suelo acertar en mi criterio. Elia me ha dicho muchas veces que esa intuición mía sobre las personas que conozco suele ser muy fiable.
Al llegar al cole también me ha pasado, claro. Hay personas que casi desde el minuto uno me gustaron (algunas mucho) y rápidamente las apunté en la lista de "gente de la que me gustaría hacerme amigo".
Y en la paella de hoy he sido consciente de que hay unas cuantas personas en esa lista con las que aún casi no he hablado: el ritmo del cole y de la sala de profesores deja poco espacio para relacionarse de forma relajada.
Tengo que ponerme las pilas en este tiempo que queda hasta el final de curso...
viernes, 4 de mayo de 2018
La gente
Cuando me llamaron para venirme a Londres, la persona con la que hablé me dijo que me olvidara de ganar pasta aquí, que quienes venían como yo (en las condiciones laborales con las que estoy) pasaban aquí una temporada fritos de pasta, pero lo hacían por la experiencia y por el inglés.
Tal cual.
Hace unos días pasé el ecuador de mi estancia en Londres.
Lo de las condiciones precarias me quedó claro desde el minuto uno: a los profes interinos se nos paga con sueldo español en un país en el que la vivienda cuesta al menos tres veces más que en España.
Lo del inglés lo estoy intentando: seguro que vuelvo con mejor inglés del que traje, aunque me está costando mucho soltarme a hablar. Esa confianza y ese desparpajo de ponerme a hablar sin preocuparme de si cometo errores o no ha sido siempre mi tara con los idiomas. Y aquí estoy volviendo a ponerme a prueba otra vez...
Y lo mejor, sin ninguna duda, la experiencia.
Por un lado la ciudad, claro, que es un festival inacabable si te gusta el arte y la música y la arquitectura y los libros y caminar de un lado a otro. Los museos son una fiesta (y gratuitos) y simplemente pasear por la calle es un espectáculo.
Y por otro lado, lo que creo que me está gustando más, alguna de la gente que estoy conociendo: compañerxs del cole, algunas personas que me han llegado por contactos de contactos, gente que he encontrado por casualidad...
Esta tarde, después de mis dos últimas horas de la semana con los primeros de secundaria (que son un par de grupos bastante insoportables con los que es dificilísimo trabajar y menos a esas horas, y que me dejan, a mi y a cualquiera, el cerebro completamente frito, como un castigo al terminar el viernes para que de verdad no te queden dudas de que te estás ganando el descanso del fin de semana), pues digo que después de esas dos clases que son como una condena, nos hemos ido a tomar algo un grupito de profes.
Hoy hemos ido a uno de los pubs que hay en Portobello, uno que tiene un lovely garden en el que poder sintetizar vitamina D. Y de repente esas personas que en el cole andamos a la carrera por los pasillos del cole, enfrascados en los ordenadores de la mesa de profes, en una mesa por ahí perdidos corrigiendo exámenes, comiendo como pavos en menos de una hora para poder llegar a la siguiente clase, esas personas se convierten en gente relajada, con conversaciones maravillosas y con experiencias de vida que resulta fascinante compartir.
Un placer llegar a casa después de ese rato compartido, dejar las cosas sobre la mesa, y sentarte un rato a leer o a escribir con la cabeza ya en otro sitio y en otra cosa que no son las aulas...
Tal cual.
Hace unos días pasé el ecuador de mi estancia en Londres.
Lo de las condiciones precarias me quedó claro desde el minuto uno: a los profes interinos se nos paga con sueldo español en un país en el que la vivienda cuesta al menos tres veces más que en España.
Lo del inglés lo estoy intentando: seguro que vuelvo con mejor inglés del que traje, aunque me está costando mucho soltarme a hablar. Esa confianza y ese desparpajo de ponerme a hablar sin preocuparme de si cometo errores o no ha sido siempre mi tara con los idiomas. Y aquí estoy volviendo a ponerme a prueba otra vez...
Y lo mejor, sin ninguna duda, la experiencia.
Por un lado la ciudad, claro, que es un festival inacabable si te gusta el arte y la música y la arquitectura y los libros y caminar de un lado a otro. Los museos son una fiesta (y gratuitos) y simplemente pasear por la calle es un espectáculo.
Y por otro lado, lo que creo que me está gustando más, alguna de la gente que estoy conociendo: compañerxs del cole, algunas personas que me han llegado por contactos de contactos, gente que he encontrado por casualidad...
Esta tarde, después de mis dos últimas horas de la semana con los primeros de secundaria (que son un par de grupos bastante insoportables con los que es dificilísimo trabajar y menos a esas horas, y que me dejan, a mi y a cualquiera, el cerebro completamente frito, como un castigo al terminar el viernes para que de verdad no te queden dudas de que te estás ganando el descanso del fin de semana), pues digo que después de esas dos clases que son como una condena, nos hemos ido a tomar algo un grupito de profes.
Hoy hemos ido a uno de los pubs que hay en Portobello, uno que tiene un lovely garden en el que poder sintetizar vitamina D. Y de repente esas personas que en el cole andamos a la carrera por los pasillos del cole, enfrascados en los ordenadores de la mesa de profes, en una mesa por ahí perdidos corrigiendo exámenes, comiendo como pavos en menos de una hora para poder llegar a la siguiente clase, esas personas se convierten en gente relajada, con conversaciones maravillosas y con experiencias de vida que resulta fascinante compartir.
Un placer llegar a casa después de ese rato compartido, dejar las cosas sobre la mesa, y sentarte un rato a leer o a escribir con la cabeza ya en otro sitio y en otra cosa que no son las aulas...
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jueves, 3 de mayo de 2018
Mi habitación
Esta pinta tiene una de las paredes de mi habitación en Londres. No puedo evitarlo: necesito hacer míos los lugares que habito. En éste quizá me está costando un poco más de trabajo... pero poco a poco voy colgando imágenes que encuentro, colocando libros aquí y allá, mi bote de lápices, mis papelitos con cosas anotadas... y el mapa de la ciudad, que fue lo primero que pegué a la pared el día que llegué.
miércoles, 2 de mayo de 2018
¿Y ahora qué?
Estos días estoy medio confuso. Muy cansado, con demasiadas cosas en la cabeza y con muchas cosas que hacer. Y con muchas incertidumbres. Una de ellas, posiblemente la más importante, es la confusión que me produce pensar que vuelva a España y me encuentre en el mismo lugar en el que estaba antes de venir.
Sé que el hecho de decidir venirme ya me hizo bien. Supuso una patada en el culo que me sacó del estancamiento en el que estaba. Lo siguiente es decidir hacia dónde quiero ir ahora.
Sabía que esto era una de las cosas que podían pasar estando aquí: al principio todo es molón y sorprendente. Pero cuando llevo aquí un par de meses (estos días se cumple exactamente la mitad del tiempo que voy a estar) todo sigue siendo igual de molón y de sorprendente, o aún más, pero llega el momento en el que surge la pregunta... ¿y ahora qué?
Sé que el hecho de decidir venirme ya me hizo bien. Supuso una patada en el culo que me sacó del estancamiento en el que estaba. Lo siguiente es decidir hacia dónde quiero ir ahora.
Sabía que esto era una de las cosas que podían pasar estando aquí: al principio todo es molón y sorprendente. Pero cuando llevo aquí un par de meses (estos días se cumple exactamente la mitad del tiempo que voy a estar) todo sigue siendo igual de molón y de sorprendente, o aún más, pero llega el momento en el que surge la pregunta... ¿y ahora qué?
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martes, 1 de mayo de 2018
Cutty Sark
El barco de tres palos que se ve en la foto, al fondo a la derecha, es el Cutty Sark. Fue un clipper de la marina mercante británica usado durante el siglo XIX para traer té desde China a Londres. Lo he visto en Greenwich, donde se conserva en dique seco como exposición para quienes vamos allí de visita. Podría ser simplemente otro más de los muchos barcos de los que presumen aquí.
Pero a mi me apetecía especialmente ir a verlo porque forma parte de uno de mis recuerdos de infancia: durante toda mi vida recuerdo una maqueta hecha por mi padre de ese barco, creo que antes de nacer yo o siendo yo muy pequeño, que ha estado siempre en el salón, cerca de la tele, en alguna estantería, dando vueltas por la casa.
No era muy grande. Y recuerdo muy bien el casco negro y dorado. Y los palos y el montón de cuerdas que iban de uno a otro...
No sé si esa maqueta habrá sobrevivido a mi y a mis hermanas y a las mudanzas de mis padres. Pero permanece muy nítidamente en mi memoria. Y me ha gustado mucho pasar junto al barco original, reconocer sus formas y los números romanos del casco o la figura de una mujer del mascarón de proa...
[Por cierto, los "ovnis" que se ven en el cielo tienen una pinta chula y me ha gustado descubrirlos en la foto en plan "invasión alienígena sobre Londres... pero la cosa es mucho más prosaica: son los reflejos de las lámparas del barquito en el que iba hacia Greenwich...]
Pero a mi me apetecía especialmente ir a verlo porque forma parte de uno de mis recuerdos de infancia: durante toda mi vida recuerdo una maqueta hecha por mi padre de ese barco, creo que antes de nacer yo o siendo yo muy pequeño, que ha estado siempre en el salón, cerca de la tele, en alguna estantería, dando vueltas por la casa.
No era muy grande. Y recuerdo muy bien el casco negro y dorado. Y los palos y el montón de cuerdas que iban de uno a otro...
No sé si esa maqueta habrá sobrevivido a mi y a mis hermanas y a las mudanzas de mis padres. Pero permanece muy nítidamente en mi memoria. Y me ha gustado mucho pasar junto al barco original, reconocer sus formas y los números romanos del casco o la figura de una mujer del mascarón de proa...
[Por cierto, los "ovnis" que se ven en el cielo tienen una pinta chula y me ha gustado descubrirlos en la foto en plan "invasión alienígena sobre Londres... pero la cosa es mucho más prosaica: son los reflejos de las lámparas del barquito en el que iba hacia Greenwich...]
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