He cenado en casa de Patricia, la amiga arquitecta de Giulia que conocí cuando vino a Londres. Ha sido un gusto.
Y no estaba seguro de cómo titular esta entrada: quizá algo relacionado con la gente maja e interesante que sigo conociendo en Londres y las ganas de mantener el contacto con esas personas, o tal vez algo sobre la sensación, bastante inquietante, de volver a casa en el búho a las tantas de la noche por el centro de Londres...
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