Hoy, igual que el año pasado, empiezo mi nuevo año haciendo una visita a Enrique para que vuelva a dibujarme en la piel...
Y ésta, un día después de mi cumple, va a ser la última entrada de este blog londinense.
De momento.
La primera entrada del blog la llamé ¡Seguimos!. La hice unos días antes de volar a Londres. Ésta, de forma involuntaria, me ha salido llamarla igual. Y la escribo unos días después de haber regresado.
He disfrutado como un crío haciendo este blog. Pensando y haciendo y seleccionando fotos, decidiendo qué quería contar y qué no, escribiendo y tachando y borrando y volviendo a escribir, y sabiendo que había gente por ahí que estaba pendiente de saber de mí desde la distancia. La idea original fue subir cada día una foto y un textito, aunque en algunos casos ese texto se convirtió en puro silencio. Ha sido una especie de diario público que me ha gustado mucho hacer y que me ha sentado muy bien: ciento sesenta entradas que dan una buena idea de lo que he vivido en estos cinco meses.
Paramos de momento.
Cuando mis pasos vuelvan a sonar por ahí seguiré contando por dónde andamos...
¡¡¡Seguimos!!!
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