Hoy es un día feo para Andalucía y para España. Lo más rancio y más feo de la política española ha entrado en el parlamento andaluz. Si tuviéramos políticos serios y con cierto sentido de la responsabilidad, los otros cuatro partidos que han logrado representación se unirían formando un gobierno que hiciera el vacío a la ultra derecha racista, misógina, homófoba, antidemocrática y nacionalista que conocemos tan bien en España.
Pero no creo que eso lo veamos.
Y dentro de poco hay más elecciones.
Aquí andan en la misma línea, a vueltas con su Brexit, pensando en muros y en fronteras y en dejar claro quién es de aquí y quién es de fuera.
Pero bueno, a pesar de tanta ponzoña, esta mañana, yendo al aeropuerto de vuelta a casa, me he encontrado este cartel en el metro. He hecho una foto rápida (y un poco torcida) para llevarme al menos este buen sabor de boca de esta ciudad increíble.
Espero volver prontito.
¡Seguimos!
Y caminando iba pensando que ganar / Siempre es tentar a la otra cara de la suerte / Y que por eso te hacen daño los huesos / Cuando golpeas fuerte //
Y así se fue chasqueando los dientes / En memoria de algún actor / Cuyo nombre se ha perdido / Y que hacía de bandido //
Y sintió la alegría del olvido / Y al andar descubrió la maravilla / Del sonido de sus propios pasos / En la gravilla...
[El canto del gallo, Radio Futura, 1987]
Páginas
lunes, 3 de diciembre de 2018
domingo, 2 de diciembre de 2018
Some like it hot
Hoy he vuelto al Portobello House. Esta vez no a tomar unas cañas después de clase sino a celebrar el cumple de Eva, la jefa.
Otra vez, como el viernes en el Lonsdale, he vuelto a encontrarme con gente molona que conocí el año pasado y con gente nueva que ha llegado en septiembre.
Me he vuelto a sentir genial.
Me ha vuelto a sentar genial.
Me ha vuelto a halagar que insistan en que se me echa de menos.
Y me ha vuelto a gustar notar la confianza que llegué a tener con algunas de esas personas con las que trabaje hace unos meses.
Y otra vez, como siempre, estaban proyectando sobre la pared del fondo Con faldas y a lo loco.
Una y otra vez.
Sin que nadie mire a la pantalla.
Sin que nadie parezca hacer caso a esa Marilyn bellísima mirándonos desde la pared del fondo con cara de rubia, o a Tony Curtis y Jack Lemon tratando de ligársela.
Mañana lunes, mientras vuelvo a dar mis clases en la sierra, volverán a abrir el Portobello House, volverán los camareros a servir pintas, y volverá Marilyn a mirar hacia el local como si nada de lo que allí ocurre tuviera que ver con ella...
Otra vez, como el viernes en el Lonsdale, he vuelto a encontrarme con gente molona que conocí el año pasado y con gente nueva que ha llegado en septiembre.
Me he vuelto a sentir genial.
Me ha vuelto a sentar genial.
Me ha vuelto a halagar que insistan en que se me echa de menos.
Y me ha vuelto a gustar notar la confianza que llegué a tener con algunas de esas personas con las que trabaje hace unos meses.
Y otra vez, como siempre, estaban proyectando sobre la pared del fondo Con faldas y a lo loco.
Una y otra vez.
Sin que nadie mire a la pantalla.
Sin que nadie parezca hacer caso a esa Marilyn bellísima mirándonos desde la pared del fondo con cara de rubia, o a Tony Curtis y Jack Lemon tratando de ligársela.
Mañana lunes, mientras vuelvo a dar mis clases en la sierra, volverán a abrir el Portobello House, volverán los camareros a servir pintas, y volverá Marilyn a mirar hacia el local como si nada de lo que allí ocurre tuviera que ver con ella...
sábado, 1 de diciembre de 2018
Christmas is calling
En Londres, como en Madrid, ya se anuncia la Navidad: luces, calles atestadas, escaparates tentadores, bolsas, paquetes, adornos.
Hoy he estado de compras en Waterstones, he ido a ver piedras al Museo Británico, he comido con Suso y Nuria, he dado un paseo con ellxs por Piccadilly y he terminado haciendo un viaje del infierno en metro.
Me encanta esta ciudad. Invisible e insustituible, como decía Sabina de Madrid. Y confirmo, por si me quedaban dudas, que molaría pasar otra temporada aquí...
Hoy he estado de compras en Waterstones, he ido a ver piedras al Museo Británico, he comido con Suso y Nuria, he dado un paseo con ellxs por Piccadilly y he terminado haciendo un viaje del infierno en metro.
Me encanta esta ciudad. Invisible e insustituible, como decía Sabina de Madrid. Y confirmo, por si me quedaban dudas, que molaría pasar otra temporada aquí...
viernes, 30 de noviembre de 2018
Here I am again
Otra vez aquí.
Otra vez el Natural History Museum y el British Museum y Waterstones.
Otra vez lxs compañerxs del Cañada y el Lonsdale y el Portobello House y el Oporto.
Otra vez los paseos y el metro y los autobuses de dos pisos y no saber a dónde mirar al cruzar las calles.
Y otra vez los Pret a Manger y los scones y los capuchinos.
Otra vez en Londres.
Otra vez el Natural History Museum y el British Museum y Waterstones.
Otra vez lxs compañerxs del Cañada y el Lonsdale y el Portobello House y el Oporto.
Otra vez los paseos y el metro y los autobuses de dos pisos y no saber a dónde mirar al cruzar las calles.
Y otra vez los Pret a Manger y los scones y los capuchinos.
Otra vez en Londres.
viernes, 20 de julio de 2018
¡Seguimos!
Hoy, igual que el año pasado, empiezo mi nuevo año haciendo una visita a Enrique para que vuelva a dibujarme en la piel...
Y ésta, un día después de mi cumple, va a ser la última entrada de este blog londinense.
De momento.
La primera entrada del blog la llamé ¡Seguimos!. La hice unos días antes de volar a Londres. Ésta, de forma involuntaria, me ha salido llamarla igual. Y la escribo unos días después de haber regresado.
He disfrutado como un crío haciendo este blog. Pensando y haciendo y seleccionando fotos, decidiendo qué quería contar y qué no, escribiendo y tachando y borrando y volviendo a escribir, y sabiendo que había gente por ahí que estaba pendiente de saber de mí desde la distancia. La idea original fue subir cada día una foto y un textito, aunque en algunos casos ese texto se convirtió en puro silencio. Ha sido una especie de diario público que me ha gustado mucho hacer y que me ha sentado muy bien: ciento sesenta entradas que dan una buena idea de lo que he vivido en estos cinco meses.
Paramos de momento.
Cuando mis pasos vuelvan a sonar por ahí seguiré contando por dónde andamos...
¡¡¡Seguimos!!!
Y ésta, un día después de mi cumple, va a ser la última entrada de este blog londinense.
De momento.
La primera entrada del blog la llamé ¡Seguimos!. La hice unos días antes de volar a Londres. Ésta, de forma involuntaria, me ha salido llamarla igual. Y la escribo unos días después de haber regresado.
He disfrutado como un crío haciendo este blog. Pensando y haciendo y seleccionando fotos, decidiendo qué quería contar y qué no, escribiendo y tachando y borrando y volviendo a escribir, y sabiendo que había gente por ahí que estaba pendiente de saber de mí desde la distancia. La idea original fue subir cada día una foto y un textito, aunque en algunos casos ese texto se convirtió en puro silencio. Ha sido una especie de diario público que me ha gustado mucho hacer y que me ha sentado muy bien: ciento sesenta entradas que dan una buena idea de lo que he vivido en estos cinco meses.
Paramos de momento.
Cuando mis pasos vuelvan a sonar por ahí seguiré contando por dónde andamos...
¡¡¡Seguimos!!!
jueves, 19 de julio de 2018
51
De cumple, en casa, con amigxs... ¿qué más se puede pedir...?
Encantado y feliz de volver a celebrar que he terminado otra vuelta al Sol.
Y van 51.
¡Y seguimos!
Encantado y feliz de volver a celebrar que he terminado otra vuelta al Sol.
Y van 51.
¡Y seguimos!
miércoles, 18 de julio de 2018
martes, 17 de julio de 2018
De compras
Esto es un clásico de mis visitas a Algeciras: echar una tarde o una mañana de compras con la mamma con la excusa de mi cumple que se acerca. Esta vez se han sumado mi primo Dani y mi tía Ursu. Y hemos acabado cenando unas raciones con el resto de la family.
Siempre me quejo un poco de que los días en Algeciras con mucha familia suelen ser un poco estresantes, pero la verdad es que esta vez venía tan concienciado, bodorrio mediante, que a pesar de todo están siendo días disfrutones que me están sentando bien. Creo que el aterrizaje de verdad será dentro de un par de días cuando llegue a casa y empiece a deshacer maletas...
Siempre me quejo un poco de que los días en Algeciras con mucha familia suelen ser un poco estresantes, pero la verdad es que esta vez venía tan concienciado, bodorrio mediante, que a pesar de todo están siendo días disfrutones que me están sentando bien. Creo que el aterrizaje de verdad será dentro de un par de días cuando llegue a casa y empiece a deshacer maletas...
lunes, 16 de julio de 2018
El Rinconcillo
Venía con muchísimas ganas de dar un paseo por la playa. Quizá es una de las cosas que más he echado de menos durante estos meses en Londres: pasear por el campo, un poco de naturaleza, caminar con los pies entre las olas.
Estos días me estoy desquitando en la playa de El Rinconcillo, en Algeciras, pero aún tengo que llegar a La Cabrera y a mi dehesa...
Estos días me estoy desquitando en la playa de El Rinconcillo, en Algeciras, pero aún tengo que llegar a La Cabrera y a mi dehesa...
domingo, 15 de julio de 2018
Aterrizando
Lo de la transición suave que me había imaginado para mi vuelta de Londres he tenido que dejarlo para otra ocasión: esta vez la cosa ha ido de familia y sisters y sobrinerío a tope.
Y también un poco de playita y algunos paseos y conversaciones de verano a la sombrita con un tinto de verano y unas patatas fritas y unas aceitunas...
¡Ni tan mal!
Y también un poco de playita y algunos paseos y conversaciones de verano a la sombrita con un tinto de verano y unas patatas fritas y unas aceitunas...
¡Ni tan mal!
sábado, 14 de julio de 2018
Bodorrio
Cuando trataba de imaginar cómo sería mi vuelta de estos cinco meses en Londres nunca hubiera podido sospechar esto: en Algeciras, con toda la familia, en el bodorrio de mi sister.
Ouuuyeeeaaaaahhh...!!!!!
Ouuuyeeeaaaaahhh...!!!!!
viernes, 13 de julio de 2018
Londres - Gibraltar
El plan de vuelta que yo me había imaginado era algo diferente: terminábamos en el instituto el día 11 y pensaba volver a la sierra el 18 para celebrar mi cumple el 19. Pero aunque uno se cree que puede decidir sobre sus cosas, de repente va la hermana pequeña y decide que se casa el día 14 en Algeciras...
Así que he volado de Gatwick a Gibraltar y aquí estoy, viviendo un regreso inesperado, un poco más revuelto de lo que me hubiera gustado, con más jet lag emocional del que suponía, pero contento de ver a la family al completo.
Así que he volado de Gatwick a Gibraltar y aquí estoy, viviendo un regreso inesperado, un poco más revuelto de lo que me hubiera gustado, con más jet lag emocional del que suponía, pero contento de ver a la family al completo.
jueves, 12 de julio de 2018
Sandalias
Las sandalias de la izquierda están que se caen a trozos. Las suelas están fatal. Me han acompañado desde hace unos cuantos años y he hecho con ellas muchos, muchos, muchos kilómetros. Me gustan muchísimo y son una de las mejores compras que he hecho en mi vida: comodísimas, resistentes, muy todoterreno. Al venir a Londres estaban ya tan viejitas que me las traje con la idea de que no volvieran a casa.
Las de la derecha las he comprado esta tarde en una tienda de la City. Son de la misma marca y de hecho he buscado que fueran un modelo lo más parecido posible a las que tenía. Aún tienen la suela limpita. Las estrenaré mañana cuando salga de casa con las maletas y con ellas aterrizaré en Gibraltar por la tarde.
Creo que esta foto cuenta bien cómo estoy estos días. En plena transición, en pleno cambio de etapa. Tratando de deshacerme de lo que me ha servido pero ya no funciona, y buscando lo que necesito para seguir adelante.
Hoy he dado un larguísimo paseo por la ciudad. Buscando las sandalias (he estado en varias tiendas pero no tenían mi número del modelo que quería) he llegado hasta St. Paul's Cathedral. Allí por fin he podido comprarlas y he echado a andar de vuelta hacia el barrio, con las viejas aún puestas y las nuevas en la bolsa, reservándolas para estrenarlas mañana.
De repente me he visto haciendo un camino muy parecido al que hice hace casi cinco meses cuando llegué: he parado en el mismo parquecito en el que paré a comer aquel día (era domingo y estaba muy vacío, hoy estaba lleno de oficinistas tomando el lunch), he pasado por el río a la altura de Covent Garden y cerca de Trafalgar Square, he atravesado St. James y he pasado cerca del Buckingham Palace, he cruzado Hyde Park (esta vez yendo por el otro lado del Serpentine hasta el Italian Garden) y he subido por Portobello hasta llegar a casa.
Agotador como la otra vez (aunque hoy no fuera cargado) pero igual de catártico. Con la sensación de estar cerrando un ciclo para abrir otro, igual que aquel día.
Mientras escribo en el salón de casa, a mi alrededor tengo la maleta abierta y las cosas en el sofá esperando para guardarlas. Aún tengo que dar un repaso por la casa para recoger y limpiar un poco. Pero siento que ya estoy en lo siguiente: ya estoy con un pie allí.
Ayer, yendo con varios profes de vuelta del Oporto, hice un comentario parecido y Juan Carlos me dijo algo así como que qué secuencial soy. No sé si lo soy de verdad, aunque seguramente tenga algo de razón: es un tipo muy listo y en estos meses nos ha dado tiempo a conocernos bien. Pero le decía que siento que la mayoría de ellxs tienen claro qué van a hacer en septiembre: siguen aquí, van a sus nuevas plazas, etc. pero yo me encuentro con la incertidumbre de decidir por dónde quiero continuar.
Y me siento bien con ello: me noto con ganas y con energía para decidirlo.
Así que, como siempre, ¡seguimos!
Las de la derecha las he comprado esta tarde en una tienda de la City. Son de la misma marca y de hecho he buscado que fueran un modelo lo más parecido posible a las que tenía. Aún tienen la suela limpita. Las estrenaré mañana cuando salga de casa con las maletas y con ellas aterrizaré en Gibraltar por la tarde.
Creo que esta foto cuenta bien cómo estoy estos días. En plena transición, en pleno cambio de etapa. Tratando de deshacerme de lo que me ha servido pero ya no funciona, y buscando lo que necesito para seguir adelante.
Hoy he dado un larguísimo paseo por la ciudad. Buscando las sandalias (he estado en varias tiendas pero no tenían mi número del modelo que quería) he llegado hasta St. Paul's Cathedral. Allí por fin he podido comprarlas y he echado a andar de vuelta hacia el barrio, con las viejas aún puestas y las nuevas en la bolsa, reservándolas para estrenarlas mañana.
De repente me he visto haciendo un camino muy parecido al que hice hace casi cinco meses cuando llegué: he parado en el mismo parquecito en el que paré a comer aquel día (era domingo y estaba muy vacío, hoy estaba lleno de oficinistas tomando el lunch), he pasado por el río a la altura de Covent Garden y cerca de Trafalgar Square, he atravesado St. James y he pasado cerca del Buckingham Palace, he cruzado Hyde Park (esta vez yendo por el otro lado del Serpentine hasta el Italian Garden) y he subido por Portobello hasta llegar a casa.
Agotador como la otra vez (aunque hoy no fuera cargado) pero igual de catártico. Con la sensación de estar cerrando un ciclo para abrir otro, igual que aquel día.
Mientras escribo en el salón de casa, a mi alrededor tengo la maleta abierta y las cosas en el sofá esperando para guardarlas. Aún tengo que dar un repaso por la casa para recoger y limpiar un poco. Pero siento que ya estoy en lo siguiente: ya estoy con un pie allí.
Ayer, yendo con varios profes de vuelta del Oporto, hice un comentario parecido y Juan Carlos me dijo algo así como que qué secuencial soy. No sé si lo soy de verdad, aunque seguramente tenga algo de razón: es un tipo muy listo y en estos meses nos ha dado tiempo a conocernos bien. Pero le decía que siento que la mayoría de ellxs tienen claro qué van a hacer en septiembre: siguen aquí, van a sus nuevas plazas, etc. pero yo me encuentro con la incertidumbre de decidir por dónde quiero continuar.
Y me siento bien con ello: me noto con ganas y con energía para decidirlo.
Así que, como siempre, ¡seguimos!
miércoles, 11 de julio de 2018
Último recreo
Hoy sí que sí que se acabó lo que se daba: claustro a las nueve y luego, más o menos a la hora habitual del recreo, un último desayuno en el Oporto.
El claustro de final de curso, como ha dicho el equipo directivo varias veces, es preceptivo. O sea, no hay escapatoria. O sea, no queda más remedio que oír las estadísticas de notas, algunos informes de proyectos, aprobar actas y cosas parecidas.
Pero al final del todo, al empezar el turno de ruegos y preguntas, me ha gustado mucho que Carmen, la directora, dijera unas palabras de agradecimiento al grupo de profes en general por haberle facilitado de algún modo su trabajo en la dirección en este su primer año, y de despedida al montón de profes que nos vamos por diferentes motivos y que no estaremos en septiembre.
Después de tantos datos y tantas actas y tantas estadísticas, ha sido muy de agradecer un poco de amorcito...
¡Estamos oficialmente de vacaciones!
El claustro de final de curso, como ha dicho el equipo directivo varias veces, es preceptivo. O sea, no hay escapatoria. O sea, no queda más remedio que oír las estadísticas de notas, algunos informes de proyectos, aprobar actas y cosas parecidas.
Pero al final del todo, al empezar el turno de ruegos y preguntas, me ha gustado mucho que Carmen, la directora, dijera unas palabras de agradecimiento al grupo de profes en general por haberle facilitado de algún modo su trabajo en la dirección en este su primer año, y de despedida al montón de profes que nos vamos por diferentes motivos y que no estaremos en septiembre.
Después de tantos datos y tantas actas y tantas estadísticas, ha sido muy de agradecer un poco de amorcito...
¡Estamos oficialmente de vacaciones!
martes, 10 de julio de 2018
Comida del claustro en el claustro
Ayer tuvimos comida (bastante informal) del departamento de mates y hoy hemos tenido comida (igual de informal) de todo el claustro de profes, en el claustro de nuestro convento de Portobello.
Ya lo he contado muchas veces en este blog: una de las mejores cosas que me llevo de estos meses es, sin ninguna duda, algunas de las personas que he conocido aquí. ¡Ha sido un lujo!
Por supuesto que hay de todo. Somos mucha gente y naturalmente hay unas personas que te gustan más que otras. Pero me siento muy afortunado de haber dado con un grupo en el que hay tanta gente valiosa y de haber encajado tan bien en él.
¡Seguimos!
Ya lo he contado muchas veces en este blog: una de las mejores cosas que me llevo de estos meses es, sin ninguna duda, algunas de las personas que he conocido aquí. ¡Ha sido un lujo!
Por supuesto que hay de todo. Somos mucha gente y naturalmente hay unas personas que te gustan más que otras. Pero me siento muy afortunado de haber dado con un grupo en el que hay tanta gente valiosa y de haber encajado tan bien en él.
¡Seguimos!
lunes, 9 de julio de 2018
Departamento de Mates
El viernes fue el último día que hubo alumnxs en el instituto. Nos quedan estos tres días, lunes, martes y miércoles de esta semana, de trámites, alguna reunión, dejar exámenes puestos para septiembre, papeles, padres y cosas así.
Y ya hace tiempo que en el departamento de mates habíamos decidido que el día 9 de julio, primer día sin alumnxs, haríamos una comida - reunión de despedida.
Departamento al completo: Eva, Suso, Juan Carlos y yo. Y hemos intentado "adoptar" a Nuria, de Física y Química, pero no ha podido ser.
Un gusto: hemos hablado del trabajo, nos hemos reído, nos hemos contado qué planes tenemos, hemos aprovechado para despellejarnos y alabarnos entre nosotrxs y a otros profes del claustro, hemos sacado el humor más fino y la mala baba más feroz. Y claro, con tan buen material, ha sido una comida (y una larga post-comida) divertidísima.
Hemos logrado formar un equipo fantástico, especialmente bien avenido, haciendo piña tanto para las reuniones como para las cañas. Y de hecho, aunque esté mal que yo lo diga, que soy parte interesada, mucha gente del instituto comenta (en algunos casos con envidia muy mal disimulada) lo molón que es el departamento de mates.
Sin duda, esta gente ha sido una de las mejores cosas que me han pasado en estos cinco meses. Ha sido un placer y un privilegio poder conocerles y trabajar con ellxs. Y aunque sé que no será fácil, porque la vida nos irá llevando de aquí para allá, sé que estxs son algunxs de los profes con quienes, sin ninguna duda, me gustaría mantener el contacto estemos donde estemos.
Y ya hace tiempo que en el departamento de mates habíamos decidido que el día 9 de julio, primer día sin alumnxs, haríamos una comida - reunión de despedida.
Departamento al completo: Eva, Suso, Juan Carlos y yo. Y hemos intentado "adoptar" a Nuria, de Física y Química, pero no ha podido ser.
Un gusto: hemos hablado del trabajo, nos hemos reído, nos hemos contado qué planes tenemos, hemos aprovechado para despellejarnos y alabarnos entre nosotrxs y a otros profes del claustro, hemos sacado el humor más fino y la mala baba más feroz. Y claro, con tan buen material, ha sido una comida (y una larga post-comida) divertidísima.
Hemos logrado formar un equipo fantástico, especialmente bien avenido, haciendo piña tanto para las reuniones como para las cañas. Y de hecho, aunque esté mal que yo lo diga, que soy parte interesada, mucha gente del instituto comenta (en algunos casos con envidia muy mal disimulada) lo molón que es el departamento de mates.
Sin duda, esta gente ha sido una de las mejores cosas que me han pasado en estos cinco meses. Ha sido un placer y un privilegio poder conocerles y trabajar con ellxs. Y aunque sé que no será fácil, porque la vida nos irá llevando de aquí para allá, sé que estxs son algunxs de los profes con quienes, sin ninguna duda, me gustaría mantener el contacto estemos donde estemos.
domingo, 8 de julio de 2018
Acumulando ganas
Sigo con las despedidas.
Esta vez le ha tocado a la British Library (vi la exposición un día con María pero muy rápido y me quedé con muchas ganas de más) y a la Tate Britain (fui también un día pero iba muy cansadito y sólo me di un paseo).
Disfrutando de la ciudad y haciendo ganas para la próxima visita...
Esta vez le ha tocado a la British Library (vi la exposición un día con María pero muy rápido y me quedé con muchas ganas de más) y a la Tate Britain (fui también un día pero iba muy cansadito y sólo me di un paseo).
Disfrutando de la ciudad y haciendo ganas para la próxima visita...
sábado, 7 de julio de 2018
Be who you are
De las cosas que veo que pasan en las ciudades grandes, una de las que más me ha gustado siempre, sin ninguna duda, es que la gente sea capaz de tomar la calle. Me encanta eso de que las personas ocupan el espacio que siempre y sólo ocupan los coches y se manifiesten por lo que sea.
Y el orgullo es una de las mejores oportunidades para vivir eso. Desde luego en Madrid es un grandísimo fiestón. Creo que la fiesta más divertida y más popular que hay durante el año. Yo hacía tiempo que no iba y el año pasado volví y me lo pasé como un enano.
Aquí no se queda atrás. Salen tempranito, claro, con horario británico, creo que de 12 a 5, con la solana. Pero luego, en Trafalgar Square, había una buena montada, con muchos miles de personas con ganas de pasarlo bien gritándole a todo el mundo que queremos amarnos como nos da la gana y ser quienes somos.
También hay un lado un poco más feo que cada vez se ve más: de las carrozas que he visto, y lo mismo pasa en Madrid, cada vez hay menos de una asociación, de un grupo de gente que se junta, o de un colectivo de tal o cual lugar. Y cada vez hay más de empresas, de instituciones, de organismos que acaparan el espacio y al final, con dinero por medio, convierten una manifestación de la gente en un desfile un poco menos creíble.
Pero bueno, aún así, merece la pena salir a la calle y reclamarla como nuestra...
Y el orgullo es una de las mejores oportunidades para vivir eso. Desde luego en Madrid es un grandísimo fiestón. Creo que la fiesta más divertida y más popular que hay durante el año. Yo hacía tiempo que no iba y el año pasado volví y me lo pasé como un enano.
Aquí no se queda atrás. Salen tempranito, claro, con horario británico, creo que de 12 a 5, con la solana. Pero luego, en Trafalgar Square, había una buena montada, con muchos miles de personas con ganas de pasarlo bien gritándole a todo el mundo que queremos amarnos como nos da la gana y ser quienes somos.
También hay un lado un poco más feo que cada vez se ve más: de las carrozas que he visto, y lo mismo pasa en Madrid, cada vez hay menos de una asociación, de un grupo de gente que se junta, o de un colectivo de tal o cual lugar. Y cada vez hay más de empresas, de instituciones, de organismos que acaparan el espacio y al final, con dinero por medio, convierten una manifestación de la gente en un desfile un poco menos creíble.
Pero bueno, aún así, merece la pena salir a la calle y reclamarla como nuestra...
viernes, 6 de julio de 2018
Graduaciones
Hoy han sido las graduaciones de cuarto de ESO. No doy clase en ese curso pero me apetecía estar y pasar un rato luego con los profes.
Una mezcla más o menos equilibrada de teatro poco creíble y emotividad sincera...
Hace unos días fue la de primaria y unas semanas atrás, antes de la selectividad, la de segundo de bachillerato. No sé si se hará una también en infantil.
El otro día nos reíamos algunxs profes pensando que nosotrxs no hicimos graduación ni en la universidad.
Me ha gustado el "discurso" de Suso, tutor de uno de los cuartos, compañero del departamento de mates y a estas alturas ya amigo: ha añadido un poco de sensatez, de reflexión y de realidad a lxs trajes largos y las corbatas y a la ceremonia...
Una mezcla más o menos equilibrada de teatro poco creíble y emotividad sincera...
Hace unos días fue la de primaria y unas semanas atrás, antes de la selectividad, la de segundo de bachillerato. No sé si se hará una también en infantil.
El otro día nos reíamos algunxs profes pensando que nosotrxs no hicimos graduación ni en la universidad.
Me ha gustado el "discurso" de Suso, tutor de uno de los cuartos, compañero del departamento de mates y a estas alturas ya amigo: ha añadido un poco de sensatez, de reflexión y de realidad a lxs trajes largos y las corbatas y a la ceremonia...
jueves, 5 de julio de 2018
Despedidas
Estos días tocan despedidas. De sitios y de gente.
Y hoy he tenido una de ellas: he ido a cenar con Irene y Peter a su casa. He visto a sus peques y luego hemos estado cenando y charlando.
Un gusto.
El curso está casi acabado. Sólo me quedan unos días aquí. Y hoy me ha gustado mucho pasar, cuando iba hacia su casa, por el canal que tantas veces crucé al principio para ir y venir del cole.
Y hoy he tenido una de ellas: he ido a cenar con Irene y Peter a su casa. He visto a sus peques y luego hemos estado cenando y charlando.
Un gusto.
El curso está casi acabado. Sólo me quedan unos días aquí. Y hoy me ha gustado mucho pasar, cuando iba hacia su casa, por el canal que tantas veces crucé al principio para ir y venir del cole.
miércoles, 4 de julio de 2018
Ravenscourt Park
Hoy hemos tenido un día raruno: he acompañado a Lucía y Juan Carlos, los tutores de segundo de ESO, con sus niñxs, a echar el día en Ravenscourt Park. Esxs que se ven al fondo, son nuestros alumnxs de segundo de secundaria jugando al fútbol, echando guerras de agua, a ratos jugando como niños y a ratos queriendo ser mayores...
Y yo preguntándome qué hago ahí...
Y por la tarde la evaluación de tercero y cuarto. Y yo confirmando que no les ayudamos cuando abrimos la mano y aprobamos a más de los que lo merecen, y les hacemos ver que con portarse un poco bien se puede pasar de curso y seguir y seguir adelante aunque no sepan nada.
A veces jugamos un juego que tiene poco que ver con la enseñanza como yo la entiendo, y como sé que la entienden algunos otros profes del claustro.
Pero bueno, ahí vamos. Y en este centro que además es tan peculiar, esto se nota aún más: el equipo de profes cambia constantemente, nadie se va a pasar aquí muchos años, todo el mundo va a estar uno o dos o seis y para ese tiempo no compensa pelear mucho.
Así que al final uno tiene un poco la sensación de que se hacen grandes cambios, se escriben memorias y proyectos e informes que parece que renuevan todo, para que al final todo quede como estaba y los niñxs pasen de curso sin hacer ruido.
En fin...
Y yo preguntándome qué hago ahí...
Y por la tarde la evaluación de tercero y cuarto. Y yo confirmando que no les ayudamos cuando abrimos la mano y aprobamos a más de los que lo merecen, y les hacemos ver que con portarse un poco bien se puede pasar de curso y seguir y seguir adelante aunque no sepan nada.
A veces jugamos un juego que tiene poco que ver con la enseñanza como yo la entiendo, y como sé que la entienden algunos otros profes del claustro.
Pero bueno, ahí vamos. Y en este centro que además es tan peculiar, esto se nota aún más: el equipo de profes cambia constantemente, nadie se va a pasar aquí muchos años, todo el mundo va a estar uno o dos o seis y para ese tiempo no compensa pelear mucho.
Así que al final uno tiene un poco la sensación de que se hacen grandes cambios, se escriben memorias y proyectos e informes que parece que renuevan todo, para que al final todo quede como estaba y los niñxs pasen de curso sin hacer ruido.
En fin...
martes, 3 de julio de 2018
Evaluaciones
Ayer protestaba un poco aquí por la energía de más que hay que gastar en la clase con los niñxs. Y hoy me ha tocado la otra parte que no me gusta de la enseñanza: evaluaciones, informes, memorias, reuniones... y la sensación de que muchos profes tengan que estar justificando su trabajo ante padres, niñxs e incluso ante otros compañerxs del claustro...
En fin, no me apetece mucho hablar de esto aquí, pero sí que es una de esas cosas que me confirma que tal vez la enseñanza, a pesar de todo, no es mi sitio. Al menos la enseñanza formal dentro del sistema.
A pesar de todo... ¡seguimos!
En fin, no me apetece mucho hablar de esto aquí, pero sí que es una de esas cosas que me confirma que tal vez la enseñanza, a pesar de todo, no es mi sitio. Al menos la enseñanza formal dentro del sistema.
A pesar de todo... ¡seguimos!
lunes, 2 de julio de 2018
Las últimas clases
Desde que llegué a Londres he dado un montón de clases particulares. Las libras me han venido muy bien, claro, pero además ha sido un espacio que me ha sentado muy bien para no perder la perspectiva de cuándo estás enseñando y cuándo no.
En el aula por supuesto que enseñas, pero también gastas una cantidad de energía enorme en que el grupo esté tranquilo y no alborote de más, sobre todo en los grupos de más pequeños. Esa energía a mi me sale carísima...
Y sin embargo en las clases particulares el aire es completamente diferente: un chico o una chica interesado en aprender y en aprobar, que te exprime como un limón para que le pases todos los conocimientos que puedas de la materia que sea. De esas clases particulares acabo igual de cansado o más que en las del aula, pero a veces las disfruto muchísimo más.
Hoy he tenido varias y serán las últimas: están terminando exámenes y ya está todo el pescao vendido...
[La foto la he hecho cuando volvía a casa después de mi última clase del año...]
En el aula por supuesto que enseñas, pero también gastas una cantidad de energía enorme en que el grupo esté tranquilo y no alborote de más, sobre todo en los grupos de más pequeños. Esa energía a mi me sale carísima...
Y sin embargo en las clases particulares el aire es completamente diferente: un chico o una chica interesado en aprender y en aprobar, que te exprime como un limón para que le pases todos los conocimientos que puedas de la materia que sea. De esas clases particulares acabo igual de cansado o más que en las del aula, pero a veces las disfruto muchísimo más.
Hoy he tenido varias y serán las últimas: están terminando exámenes y ya está todo el pescao vendido...
[La foto la he hecho cuando volvía a casa después de mi última clase del año...]
domingo, 1 de julio de 2018
Londres
Me he encontrado con esta foto casi por casualidad, en un cruce de calles en obras, cuando iba desde el Barbican hacia la zona del British Museum. Y en cuanto la he visto he pensado que podría ser un buen resumen de un aspecto de esta ciudad.
Durante estos meses aquí he tenido la sensación, y mucha gente me lo ha confirmado, de que Londres es una ciudad en constante cambio: hay obras por todas partes, a cada paso que das te encuentras con nuevos edificios en construcción. Y como toda la ciudad es antigua, o vieja, como me decía el otro día Bellotti, el metro, el alcantarillado, las calles, todo necesita de continuos arreglos, cambios, redefiniciones, que hacen que dé la impresión de que toda la ciudad está en una constante y permanente transformación.
Pero al mismo tiempo es un lugar que respeta terriblemente lo antiguo. En cada calle puedes encontrar algún edificio antiguo o alguna placa que recuerda que ésta es la primera piedra que se puso de tal o cual cosa o una pequeña iglesita medieval encajada entre edificios de vidrio.
Y creo que eso también es uno de los rasgos que definen Londres: esa mezcla de lo antiguo con lo nuevo. Ese contraste y ese equilibrio entre lo que fue, lo que es, y lo que quiere ser...
Y al verla me pareció que esta imagen representa bien todo eso: ese pequeñito edificio del siglo pasado (o del otro) resistiendo en medio de una ciudad que no para de crecer y de transformarse.
Hoy me he dado un buen paseo: por la mañana he ido al cementerio de Kensal Green. Lo tenía pendiente desde que me lo recomendó María y no me ha decepcionado.
Luego he ido a "terminar" el Museo de Londres, aunque me ha pasado algo parecido, salvando las distancias, a lo que me pasó ayer con el British: que es un museo inacabable en el que en cada sala podrías estar leyendo y leyendo y viendo cosas sin parar...
He ido a comer al Barbican, que me encanta aunque no lo haya aprovechado mucho y luego he ido a buscar una blue plaque que hay dedicada a Bertrand Russell cerca del British Museum.
Un día completito y disfrutón.
Durante estos meses aquí he tenido la sensación, y mucha gente me lo ha confirmado, de que Londres es una ciudad en constante cambio: hay obras por todas partes, a cada paso que das te encuentras con nuevos edificios en construcción. Y como toda la ciudad es antigua, o vieja, como me decía el otro día Bellotti, el metro, el alcantarillado, las calles, todo necesita de continuos arreglos, cambios, redefiniciones, que hacen que dé la impresión de que toda la ciudad está en una constante y permanente transformación.
Pero al mismo tiempo es un lugar que respeta terriblemente lo antiguo. En cada calle puedes encontrar algún edificio antiguo o alguna placa que recuerda que ésta es la primera piedra que se puso de tal o cual cosa o una pequeña iglesita medieval encajada entre edificios de vidrio.
Y creo que eso también es uno de los rasgos que definen Londres: esa mezcla de lo antiguo con lo nuevo. Ese contraste y ese equilibrio entre lo que fue, lo que es, y lo que quiere ser...
Y al verla me pareció que esta imagen representa bien todo eso: ese pequeñito edificio del siglo pasado (o del otro) resistiendo en medio de una ciudad que no para de crecer y de transformarse.
Hoy me he dado un buen paseo: por la mañana he ido al cementerio de Kensal Green. Lo tenía pendiente desde que me lo recomendó María y no me ha decepcionado.
Luego he ido a "terminar" el Museo de Londres, aunque me ha pasado algo parecido, salvando las distancias, a lo que me pasó ayer con el British: que es un museo inacabable en el que en cada sala podrías estar leyendo y leyendo y viendo cosas sin parar...
He ido a comer al Barbican, que me encanta aunque no lo haya aprovechado mucho y luego he ido a buscar una blue plaque que hay dedicada a Bertrand Russell cerca del British Museum.
Un día completito y disfrutón.
sábado, 30 de junio de 2018
Mi (pen)última visita al British Museum
El British es uno de los sitios que más he disfrutado de Londres.
Y uno de los motivos por los que vine.
Hoy he "terminado" de verlo.
Bueno, obviously, eso de que he terminado de verlo no es más que una forma de hablar, porque es un lugar increíble al que podría estar viniendo durante años y seguiría pareciéndome inagotable. Digamos, para ser un poco más fieles a la realidad, que lo que he hecho ha sido terminar de pasar por todas las salas. Y seguramente eso tampoco haya sido verdad del todo, porque seguro que hay unas cuantas que se me han pasado o que han estado cerradas durante este tiempo que he estado aquí o que están un poco escondidas y no he dado con ellas...
Hoy he decidido que, sin ninguna duda y mientras no se demuestre lo contrario, el British Museum es mi museo favorito del mundo.
Y espero seguir viniendo muchas veces más cada vez que pase por Londres y tenga ocasión de acercarme un rato a disfrutar de sus salas.
Venir a Londres ha merecido muchísimo la pena por muchas cosas. Y este sitio, sin ninguna duda, ha sido una de ellas.
Y uno de los motivos por los que vine.
Hoy he "terminado" de verlo.
Bueno, obviously, eso de que he terminado de verlo no es más que una forma de hablar, porque es un lugar increíble al que podría estar viniendo durante años y seguiría pareciéndome inagotable. Digamos, para ser un poco más fieles a la realidad, que lo que he hecho ha sido terminar de pasar por todas las salas. Y seguramente eso tampoco haya sido verdad del todo, porque seguro que hay unas cuantas que se me han pasado o que han estado cerradas durante este tiempo que he estado aquí o que están un poco escondidas y no he dado con ellas...
Hoy he decidido que, sin ninguna duda y mientras no se demuestre lo contrario, el British Museum es mi museo favorito del mundo.
Y espero seguir viniendo muchas veces más cada vez que pase por Londres y tenga ocasión de acercarme un rato a disfrutar de sus salas.
Venir a Londres ha merecido muchísimo la pena por muchas cosas. Y este sitio, sin ninguna duda, ha sido una de ellas.
viernes, 29 de junio de 2018
Jubilaciones
Estamos de despedidas en el instituto: hoy hemos hecho un copetín por las jubilaciones de tres de los compañerxs que se van. Una buena ocasión para encontrarnos fuera del cole. Y a estas alturas del curso ya conociéndonos mucho y sabiendo quién es quién.
Como cualquier otro lugar de trabajo, el instituto es una pequeña comunidad: somos unos cincuenta profes, más el personal no docente, más los quinientos niñxs.
Y cada unx con sus cosas... o sea, que no da para aburrirse ni un minuto.
Como cualquier otro lugar de trabajo, el instituto es una pequeña comunidad: somos unos cincuenta profes, más el personal no docente, más los quinientos niñxs.
Y cada unx con sus cosas... o sea, que no da para aburrirse ni un minuto.
jueves, 28 de junio de 2018
Rebujito londinense
En el cole pasan muchas más cosas aparte de los niñxs y las clases. Creo que hay cerca de 500 alumnxs y unos 50 profes y mucha más gente trabajando allí. Pero además de clases y exámenes y trabajo "académico", de vez en cuando, pasan más cosas.
Hoy uno de los profes ha hecho una pequeña exposición en el Salón de Actos con algunas de sus fotos y, para presentarla, nos ha invitado a tomar algo allí.
Lo de compartir unos trozos de queso y de tortilla y un rebujito londinense con la gente con la que trabajas, en un trabajo tan importante y tan exigente como este, hace más fácil que algunas de esas personas acaben siendo amigxs a los que me gustaría mucho mantener cuando me vaya de aquí...
¡Seguimos!
Hoy uno de los profes ha hecho una pequeña exposición en el Salón de Actos con algunas de sus fotos y, para presentarla, nos ha invitado a tomar algo allí.
Lo de compartir unos trozos de queso y de tortilla y un rebujito londinense con la gente con la que trabajas, en un trabajo tan importante y tan exigente como este, hace más fácil que algunas de esas personas acaben siendo amigxs a los que me gustaría mucho mantener cuando me vaya de aquí...
¡Seguimos!
miércoles, 27 de junio de 2018
Al British con primero de ESO
Siempre tengo dudas con estas cosas...
Por un lado está el tema de los museos masificados: las colas de algunas exposiciones en el Reina Sofía o en el Prado de Madrid, o las salas atestadas de momias y turistas del British Museum. Me vale también pensar en Stonehenge o Pompeya o el Acueducto de Segovia.
¿Cómo poner algún límite a esas masas que lo invadimos todo sin criterio? No suena muy bien proponer limitar quién puede ir a estos sitios, pero no estaría mal que llegara a ellos sólo quien realmente tiene ganas de ver los objetos que están expuestos.
Mucha gente está viendo vasos griegos o bifaces o relieves asirios como podría estar viendo cualquier otra cosa. O nada.
Al final, para mucha gente, museos tan maravillosos como los que hay aquí se convierten en parques temáticos en los que dar un paseo, merendar y comprar postales.
Y por otra parte están las visitas que se hacen con los alumnxs: hoy nos hemos ido el profe de historia y yo con un grupito de alumnxs de primero a ver algunas salas del British Museum.
Por un lado uno piensa que qué suerte que estos chavales puedan ver la leona herida y los mármoles del Partenón y que haya un profe que se lo explique y les cuente.
Pero en realidad muchos de ellos están más pendientes del móvil y de cuánto queda para volver al cole que de lo que están viendo, que les interesa más bien poco.
Supongo que, a pesar de todo, merece la pena y que, a unos poquitos de ellos, les quedará el recuerdo de lo que han visto y que, cuando vuelvan dentro de un tiempo al museo, podrán decir que vinieron con un par de profes y que les gustó la visita y le suena no sé qué historia sobre un rey que cazaba leones...
En fin... ¡seguimos!
Por un lado está el tema de los museos masificados: las colas de algunas exposiciones en el Reina Sofía o en el Prado de Madrid, o las salas atestadas de momias y turistas del British Museum. Me vale también pensar en Stonehenge o Pompeya o el Acueducto de Segovia.
¿Cómo poner algún límite a esas masas que lo invadimos todo sin criterio? No suena muy bien proponer limitar quién puede ir a estos sitios, pero no estaría mal que llegara a ellos sólo quien realmente tiene ganas de ver los objetos que están expuestos.
Mucha gente está viendo vasos griegos o bifaces o relieves asirios como podría estar viendo cualquier otra cosa. O nada.
Al final, para mucha gente, museos tan maravillosos como los que hay aquí se convierten en parques temáticos en los que dar un paseo, merendar y comprar postales.
Y por otra parte están las visitas que se hacen con los alumnxs: hoy nos hemos ido el profe de historia y yo con un grupito de alumnxs de primero a ver algunas salas del British Museum.
Por un lado uno piensa que qué suerte que estos chavales puedan ver la leona herida y los mármoles del Partenón y que haya un profe que se lo explique y les cuente.
Pero en realidad muchos de ellos están más pendientes del móvil y de cuánto queda para volver al cole que de lo que están viendo, que les interesa más bien poco.
Supongo que, a pesar de todo, merece la pena y que, a unos poquitos de ellos, les quedará el recuerdo de lo que han visto y que, cuando vuelvan dentro de un tiempo al museo, podrán decir que vinieron con un par de profes y que les gustó la visita y le suena no sé qué historia sobre un rey que cazaba leones...
En fin... ¡seguimos!
martes, 26 de junio de 2018
Camden
Estamos terminando el curso. Ya sólo quedan unas cuantas semanas de niñxs, exámenes, notas, evaluaciones y despedidas. Cada vez se ve más cerca el final...
Hoy, después del cole, he ido a buscar a Susana al British, nos hemos tomado un café allí y luego nos hemos acercado a Camden. Sigue pareciéndome un sitio sorprendente. Además un par de las veces que he ido lo he pillado ya cerrado o cerrando, así que nada que ver con esa primera vez que fui hace tiempo en que hacía un frío terrible y estaba todo absolutamente lleno de gente.
Es raro entrar por los callejones de este mercadillo y ver los puestos medio abandonados, todo vacío de gente y las cosas colocadas en los estantes esperando a que alguien se las lleve a casa a cambio de unas pocas libras.
En uno de esos puestos cerrados, en el que no tengo muy claro qué vendían, nos hemos hecho Susana y yo este autorretrato en una de las pantallas del CCTV que hay por todas partes.
Hoy, después del cole, he ido a buscar a Susana al British, nos hemos tomado un café allí y luego nos hemos acercado a Camden. Sigue pareciéndome un sitio sorprendente. Además un par de las veces que he ido lo he pillado ya cerrado o cerrando, así que nada que ver con esa primera vez que fui hace tiempo en que hacía un frío terrible y estaba todo absolutamente lleno de gente.
Es raro entrar por los callejones de este mercadillo y ver los puestos medio abandonados, todo vacío de gente y las cosas colocadas en los estantes esperando a que alguien se las lleve a casa a cambio de unas pocas libras.
En uno de esos puestos cerrados, en el que no tengo muy claro qué vendían, nos hemos hecho Susana y yo este autorretrato en una de las pantallas del CCTV que hay por todas partes.
lunes, 25 de junio de 2018
domingo, 24 de junio de 2018
La playa
No hace mucho alguien me decía que en Londres se puede encontrar cualquier cosas que busques, menos una playa.
Pues no.
También hay playa.
Aunque sea un poco mini y un poco cutrecilla...
Paseando con Susana por una de las orillas del río nos hemos encontrado con esta pequeña playita a la que se puede bajar y en la que, aprovechando el buen tiempo que hace estos días, nos hemos encontrado a unas cuantas personas tomando el solete.
Una nueva vista de la ciudad. Diferente, inesperada.
[Creo que hay que hacer un buen montón de km para llegar desde Londres a una playa "de verdad"...]
Pues no.
También hay playa.
Aunque sea un poco mini y un poco cutrecilla...
Paseando con Susana por una de las orillas del río nos hemos encontrado con esta pequeña playita a la que se puede bajar y en la que, aprovechando el buen tiempo que hace estos días, nos hemos encontrado a unas cuantas personas tomando el solete.
Una nueva vista de la ciudad. Diferente, inesperada.
[Creo que hay que hacer un buen montón de km para llegar desde Londres a una playa "de verdad"...]
sábado, 23 de junio de 2018
Esperando a Susana
En la estación de St. Pancras, esperando a Susana, mi última visita (creo) de estos meses en Londres.
Susana y yo casi no nos conocemos, pero es una de las personas a quienes insistí en preguntarle si le apetecía venir. Y me hizo mucha ilusión cuando me dijo que lo intentaría.
Me encanta la historia de mi relación con ella: muy peculiar, muy prometedora. Una relación que nos hace gracia pensar que tiene mucho que ver con el silencio...
Quizá, si un día viene a cuento, la cuente aquí.
De momento tenemos unos cuantos días juntxs en Londres de paseos, museos y música que me apetecen muchísimo.
Susana y yo casi no nos conocemos, pero es una de las personas a quienes insistí en preguntarle si le apetecía venir. Y me hizo mucha ilusión cuando me dijo que lo intentaría.
Me encanta la historia de mi relación con ella: muy peculiar, muy prometedora. Una relación que nos hace gracia pensar que tiene mucho que ver con el silencio...
Quizá, si un día viene a cuento, la cuente aquí.
De momento tenemos unos cuantos días juntxs en Londres de paseos, museos y música que me apetecen muchísimo.
viernes, 22 de junio de 2018
Hora libre
Una de las horas que mejor me sientan de la semana es la que tengo libre los viernes, justo antes de comer. A esas horas ya se siente el fin de semana y "sólo" me quedan un par de clases por la tarde con los primeros de secundaria.
Suelo aprovecharla para dar un paseíto por el mercado de Portobello viendo los puestos que quedan más cerca del cole. Creo que nunca he llegado a comprar nada, pero es un espectáculo ver la cantidad de cosas (y sobre todo el tipo de cosas) que hay por aquí.
Y, sin ninguna duda, es una muy buena estrategia para despejar la mente entre clase y clase...
Suelo aprovecharla para dar un paseíto por el mercado de Portobello viendo los puestos que quedan más cerca del cole. Creo que nunca he llegado a comprar nada, pero es un espectáculo ver la cantidad de cosas (y sobre todo el tipo de cosas) que hay por aquí.
Y, sin ninguna duda, es una muy buena estrategia para despejar la mente entre clase y clase...
jueves, 21 de junio de 2018
Fotos
Lo de las fotos siempre es una tarea. Molona, pero tarea.
Aquí estoy haciendo muchas fotos con el móvil. Me está divirtiendo hacerlas pensando en enviar a gente, en este blog, en contar qué estoy viviendo y qué me está pasando.
Estos días me he propuesto poner al día fotos y blogs: y aquí estoy mirando y remirando, seleccionando, borrando y eligiendo...
Aquí estoy haciendo muchas fotos con el móvil. Me está divirtiendo hacerlas pensando en enviar a gente, en este blog, en contar qué estoy viviendo y qué me está pasando.
Estos días me he propuesto poner al día fotos y blogs: y aquí estoy mirando y remirando, seleccionando, borrando y eligiendo...
miércoles, 20 de junio de 2018
Flores
Me encanta tener flores en casa. Y si me las han regalado me encanta aún más.
Y me gusta muchísimo ver cómo se van transformando, cómo languidecen poco a poco y van perdiendo pétalos y cambiando de color...
Este girasol me ha acompañado junto a la cama durante unos días. No parece que le quede mucho, pero aún ahora, cada vez más mustio, sigue siendo una belleza.
Y me gusta muchísimo ver cómo se van transformando, cómo languidecen poco a poco y van perdiendo pétalos y cambiando de color...
Este girasol me ha acompañado junto a la cama durante unos días. No parece que le quede mucho, pero aún ahora, cada vez más mustio, sigue siendo una belleza.
martes, 19 de junio de 2018
lunes, 18 de junio de 2018
Enseñar
Hoy he tenido un día feo en el cole. Uno de esos días que me hacen dudar de si realmente me gusta enseñar y de si verdaderamente se me da bien.
Cuando he llegado a casa, después de dar una vuelta por el barrio, me he dado una ducha, he cenado algo y me he echado a leer un rato.
Y entonces, ya con la calma, con un poco de perspectiva, he vuelvo a ser consciente de que sí, que enseñar es una de las cosas que más me gusta hacer. Y que se me da bien. Y que hay mucha gente que valora muy bien cómo lo hago.
Y cuando lo pienso despacio me doy cuenta de que en realidad lo que no me gusta es tener que bregar con niños maleducados y consentidos que se sienten impunes boicoteando las clases, maltratando a sus profesores y a sus compañeros. Hoy he salido de clase con rabia. Muy enfadado. Con la impotencia de no poder hacer el trabajo que me gusta porque unos pocos niños y niñas, sabiéndose bien cubiertos por sus padres y madres, pueden sabotear tu esfuerzo y tu energía y tus ganas de trabajar sin que puedas usar prácticamente ninguna herramienta para evitarlo.
Hemos pasado del extremo en el que estábamos cuando yo iba al cole hace cuarenta años, en que padres y profes formaban una piña indestructible, en el que tú, por defecto, nunca tenías razón ni motivos para quejarte ni para cuestionar nada, al extremo contrario, en el que muchos padres y madres apoyan cualquier comportamiento de sus hijos deslegitimando y cuestionando permanentemente al profesorado. Y ahí estamos jodidos: los padres, los profes y los niños.
Hoy también, supongo que para equilibrar un poco, he recibido un correo de una madre agradeciéndome el trabajo que estamos haciendo con su hijo y animándonos a seguir.
Un oasis en el desierto.
¡Seguimos!
Cuando he llegado a casa, después de dar una vuelta por el barrio, me he dado una ducha, he cenado algo y me he echado a leer un rato.
Y entonces, ya con la calma, con un poco de perspectiva, he vuelvo a ser consciente de que sí, que enseñar es una de las cosas que más me gusta hacer. Y que se me da bien. Y que hay mucha gente que valora muy bien cómo lo hago.
Y cuando lo pienso despacio me doy cuenta de que en realidad lo que no me gusta es tener que bregar con niños maleducados y consentidos que se sienten impunes boicoteando las clases, maltratando a sus profesores y a sus compañeros. Hoy he salido de clase con rabia. Muy enfadado. Con la impotencia de no poder hacer el trabajo que me gusta porque unos pocos niños y niñas, sabiéndose bien cubiertos por sus padres y madres, pueden sabotear tu esfuerzo y tu energía y tus ganas de trabajar sin que puedas usar prácticamente ninguna herramienta para evitarlo.
Hemos pasado del extremo en el que estábamos cuando yo iba al cole hace cuarenta años, en que padres y profes formaban una piña indestructible, en el que tú, por defecto, nunca tenías razón ni motivos para quejarte ni para cuestionar nada, al extremo contrario, en el que muchos padres y madres apoyan cualquier comportamiento de sus hijos deslegitimando y cuestionando permanentemente al profesorado. Y ahí estamos jodidos: los padres, los profes y los niños.
Hoy también, supongo que para equilibrar un poco, he recibido un correo de una madre agradeciéndome el trabajo que estamos haciendo con su hijo y animándonos a seguir.
Un oasis en el desierto.
¡Seguimos!
domingo, 17 de junio de 2018
Kenwood House (primer intento)
Hace unos días oí hablar de Kenwood House: en el comedor un profe contó que era un sitio precioso con un jardín maravilloso alrededor, con una colección muy interesante de pintura y que además era la casa que aparece en la película de Notting Hill cuando Julia Roberts está rodando la peli de Henry James...
(Y además, y esto me interesaba mucho, es donde está uno de los cuatro Vermeer que hay en Londres...)
Tomé nota.
Y he querido aprovechar este domingo para ir a verla.
Y ha sido la primera vez que me ha fallado el citymapper, una de mis aplicaciones favoritas, y me ha mandado al culo del mundo...
En realidad tengo que admitir que no es que me haya fallado el citymapper sino que yo he tecleado Kenwood House, en lugar de meter la dirección del sitio al que quería ir. He cogido el metro, he ido siguiendo las instrucciones y de repente me he visto llegar a un barrio más o menos cutre, donde no tenía ninguna pinta de que fuera a encontrar un palacete lleno de pinturas maravillosas.
Cuando ya me he convencido de que no iba por buen camino, he vuelto a buscar en el móvil y ha sido cuando me he dado cuenta de que estaba en la otra punta de la ciudad. Y ya era demasiado tarde para intentar recalcular ruta e ir hasta mi objetivo inicial, así que me he dado un buen paseo, he descubierto un mercado muy de barrio, una librería de segunda mano que me ha encantado (próximamente en el Capítulo VI), un estadio de críquet (¡existen estadios de críquet!) y todo ha quedado en una tarde de vagabundeo por Londres...
Queda pendiente ver el Vermeer de Kenwood House.
(Y además, y esto me interesaba mucho, es donde está uno de los cuatro Vermeer que hay en Londres...)
Tomé nota.
Y he querido aprovechar este domingo para ir a verla.
Y ha sido la primera vez que me ha fallado el citymapper, una de mis aplicaciones favoritas, y me ha mandado al culo del mundo...
En realidad tengo que admitir que no es que me haya fallado el citymapper sino que yo he tecleado Kenwood House, en lugar de meter la dirección del sitio al que quería ir. He cogido el metro, he ido siguiendo las instrucciones y de repente me he visto llegar a un barrio más o menos cutre, donde no tenía ninguna pinta de que fuera a encontrar un palacete lleno de pinturas maravillosas.
Cuando ya me he convencido de que no iba por buen camino, he vuelto a buscar en el móvil y ha sido cuando me he dado cuenta de que estaba en la otra punta de la ciudad. Y ya era demasiado tarde para intentar recalcular ruta e ir hasta mi objetivo inicial, así que me he dado un buen paseo, he descubierto un mercado muy de barrio, una librería de segunda mano que me ha encantado (próximamente en el Capítulo VI), un estadio de críquet (¡existen estadios de críquet!) y todo ha quedado en una tarde de vagabundeo por Londres...
Queda pendiente ver el Vermeer de Kenwood House.
sábado, 16 de junio de 2018
Oxford Circus
Deben tener razón quienes dicen que en Londres, por la noche, por debajo de la ciudad, fabrican gente que sale por la mañana y llena las calles y las aceras y las tiendas y los pubs y todo...
A veces me pregunto cómo puede haber tanta gente para consumir tantas cosas, para llenar tantas cafeterías, para comprar y comprar... pero es que somos mucha mucha mucha gente aquí.
Seguro que en algún sitio hay unas estadísticas contando cuántos cafés se ponen cada día en Londres, cuántos platos de plástico se usan, cuántos viajes de metro y autobús se realizan, cuántos kilos de fish and chips y cuántos scones se venden cada día, cuántos periódicos gratuitos se reparten cada tarde......
¡Molaría ver esos números gigantescos!
Después del ratito que estuve ayer viendo cuadros en la NG, esta mañana he decidido volver a ir a "terminar" de verla. Es una de esas despedidas que estoy haciendo en estas últimas semanas...
Ha sido un gustazo.
¡Volveré!
A veces me pregunto cómo puede haber tanta gente para consumir tantas cosas, para llenar tantas cafeterías, para comprar y comprar... pero es que somos mucha mucha mucha gente aquí.
Seguro que en algún sitio hay unas estadísticas contando cuántos cafés se ponen cada día en Londres, cuántos platos de plástico se usan, cuántos viajes de metro y autobús se realizan, cuántos kilos de fish and chips y cuántos scones se venden cada día, cuántos periódicos gratuitos se reparten cada tarde......
¡Molaría ver esos números gigantescos!
Después del ratito que estuve ayer viendo cuadros en la NG, esta mañana he decidido volver a ir a "terminar" de verla. Es una de esas despedidas que estoy haciendo en estas últimas semanas...
Ha sido un gustazo.
¡Volveré!
viernes, 15 de junio de 2018
Los embajadores
Ha empezado el mundial de fútbol y ha habido una escisión entre los profes en las cañas del viernes. Unxs cuantos se han ido a uno de los bares españoles a ver el partido de España y el resto, fieles a nuestras costumbres, hemos ido a la terraza del Londsdale.
Y luego me he ido a dar una vuelta a la National Gallery. Una de las últimas. ¡Cuántos cuadros hay en este sitio que me encantan! Me lo paso como un enano cada vez que voy y sé que es una de las cosas que voy a echar de menos cuando vuelva.
Y luego me he ido a dar una vuelta a la National Gallery. Una de las últimas. ¡Cuántos cuadros hay en este sitio que me encantan! Me lo paso como un enano cada vez que voy y sé que es una de las cosas que voy a echar de menos cuando vuelva.
jueves, 14 de junio de 2018
Trabajando en el K&P
El Kitchen and Pantry sigue siendo uno de mis sitios favoritos en Londres.
Esta vez con Arturo, haciendo deberes por la tarde después de salir del cole.
Esta vez con Arturo, haciendo deberes por la tarde después de salir del cole.
miércoles, 13 de junio de 2018
Flores y lápices
Esto es lo que se ve desde el ventanal del salón de mi casa. Al fondo, un poquito a la izquierda se ve la torre Grenfell.
Mañana, 14 de junio, se cumple un año del incendio que la arrasó. En estas últimas semanas la han recubierto con un andamio blanco con un corazón enorme verde, mucho más amable de ver que el bulto negro requemado que se veía desde todo el barrio cuando yo llegué a Notting Hill.
Estos días todo el mundo habla de esto por aquí.
A los pocos días de llegar una compañera me explicó que era una torre de viviendas sociales, que un día se inició un pequeño incendio en un piso bajo y que en minutos la torre ardió como si fuera de paja.
Parece ser que no hacía mucho que habían cambiado el recubrimiento de las fachadas para mejorar su aspecto, y lo hicieron con un material que era muy inflamable, saltándose todas las normativas antiincendios.
El caso es que, oficialmente, murieron 72 personas y quedaron muchas familias sin casa. Pero parece ser que, extra oficialmente, las víctimas son muchas más: 400 ó 500. Y ha habido desvío de ayudas. Y ha habido gente tratando de pasarse por víctimas para conseguir casas...
Igual que hay gente que se ha beneficiado de esto y que aún intenta hacerlo, también ha habido una respuesta increíble solidaria de la ciudad hacia las víctimas.
En fin, una de esas tragedias evitables debidas a la negligencia y a la codicia, y que sacan lo peor y lo mejor de las personas.
Mañana, 14 de junio, se cumple un año del incendio que la arrasó. En estas últimas semanas la han recubierto con un andamio blanco con un corazón enorme verde, mucho más amable de ver que el bulto negro requemado que se veía desde todo el barrio cuando yo llegué a Notting Hill.
Estos días todo el mundo habla de esto por aquí.
A los pocos días de llegar una compañera me explicó que era una torre de viviendas sociales, que un día se inició un pequeño incendio en un piso bajo y que en minutos la torre ardió como si fuera de paja.
Parece ser que no hacía mucho que habían cambiado el recubrimiento de las fachadas para mejorar su aspecto, y lo hicieron con un material que era muy inflamable, saltándose todas las normativas antiincendios.
El caso es que, oficialmente, murieron 72 personas y quedaron muchas familias sin casa. Pero parece ser que, extra oficialmente, las víctimas son muchas más: 400 ó 500. Y ha habido desvío de ayudas. Y ha habido gente tratando de pasarse por víctimas para conseguir casas...
Igual que hay gente que se ha beneficiado de esto y que aún intenta hacerlo, también ha habido una respuesta increíble solidaria de la ciudad hacia las víctimas.
En fin, una de esas tragedias evitables debidas a la negligencia y a la codicia, y que sacan lo peor y lo mejor de las personas.
martes, 12 de junio de 2018
En el búho
He cenado en casa de Patricia, la amiga arquitecta de Giulia que conocí cuando vino a Londres. Ha sido un gusto.
Y no estaba seguro de cómo titular esta entrada: quizá algo relacionado con la gente maja e interesante que sigo conociendo en Londres y las ganas de mantener el contacto con esas personas, o tal vez algo sobre la sensación, bastante inquietante, de volver a casa en el búho a las tantas de la noche por el centro de Londres...
Y no estaba seguro de cómo titular esta entrada: quizá algo relacionado con la gente maja e interesante que sigo conociendo en Londres y las ganas de mantener el contacto con esas personas, o tal vez algo sobre la sensación, bastante inquietante, de volver a casa en el búho a las tantas de la noche por el centro de Londres...
lunes, 11 de junio de 2018
Victoria Station
María se vuelve a casa. Ya no nos vemos hasta mi cumple. Han sido dos semanas maravillosas con ella aquí. E inesperadas. Un regalo.
¡Cómo mola vivir!
¡Cómo mola vivir!
domingo, 10 de junio de 2018
Stonehenge
Stonehenge, desde hace muchísimos años, es una de las cosas que está en mi lista de cosas que me gustaría ver antes de morirme. Y desde siempre en uno de los puestos más altos.
Y era una de las cosas que quería no perderme en estos meses aquí.
Hoy ha sido el día: excursión en tren a Salisbury, visita a la catedral, luego a las stones, como dicen aquí, y al final hemos terminado viendo, aunque haya sido un poco rápido, el sitio de Old Sarum, el primer asentamiento de lo que hoy es Salisbury.
Ha sido un día maravilloso: nos ha hecho muy buen tiempo, se nos ha dado todo fenomenal y cada vez confirmo más lo bien que se nos da a María y a mi andar por ahí juntxs.
Un gusto.
Dos cosas, una en positivo y la otra no estoy seguro: el sitio es un espectáculo alucinante. Por poco que hayas leído sobre el monumento o por poco que sepas sobre él, es emocionante imaginar lo que supone: el esfuerzo, la cantidad de gente involucrada, la logística para calcular y coordinar... es un trabajo asombroso.
He estado hablando con Bellotti en el instituto, mi profe de inglés, y me decía que él, como me ha contado más gente, ha ido por allí hace años y que entonces no había turistas, ni entrada que pagar, ni autobuses, ni valla. Sólo ovejas. Y que claro que es algo asombroso, pero que hay muchos otros monumentos semejantes por aquí, quizá no tan espectaculares pero sí parecidos, a los que no va ni Perry.
Y con este comentario viene la segunda cosa: este lugar es un parque temático lleno de gente a la que no es muy seguro que le interese especialmente la prehistoria, la vida en el neolítico o los cromlech, y que de hecho están allí como quizá podrían estar en la National Gallery o en Hyde Park o en la exposición de Harry Potter.
Esto, sin duda, le quita bastante interés al asunto. O se lo pone, según se mire.
Me pasó lo mismo cuando estuve en Pompeya después de haber visitado unos días antes Ostia. Parece que hay algo en esas visitas multitudinarias que tiene más que ver con el márketing que con el verdadero interés por lo que estamos viendo.
También lo pienso con las colas del museo del Prado o del Reina Sofía para ver a Velázquez o a Dalí, o con las muchedumbres que llenan el British a cualquier hora del día, todos los días de la semana. Ejemplos no faltan.
En fin, no tengo las ideas muy claras sobre todo esto: ¿cómo se limita el número de gente que puede ir a estas cosas? ¿y quién lo hace? ¿basta con que haya que pagar una entrada? ¿compensa que con esa entrada y con la tienda se pague a quienes investigan allí? ¿vale el criterio de que aunque vayas sin que te interese, algo queda...?
Estuve pensando mucho qué foto poner aquí sobre este día. Al final me decidí por ésta, en la que el monumento queda un poco en segundo plano, pero que creo que habla bien de cómo efectivamente para mucha de la gente que está por allí cada día el monumento es sólo un segundo plano sobre el que hacerse un selfie molón para enviarlo por guasap a lxs colegas que no han podido ir.
En cualquier caso, la visita ha merecido muchísimo la pena, hemos disfrutado como enanxs dando vueltas a las piedras y mirándolas por aquí y por allá, y a mi me ha encantado poner otro tick en mi lista de cosas para ver antes de morirme...
Y era una de las cosas que quería no perderme en estos meses aquí.
Hoy ha sido el día: excursión en tren a Salisbury, visita a la catedral, luego a las stones, como dicen aquí, y al final hemos terminado viendo, aunque haya sido un poco rápido, el sitio de Old Sarum, el primer asentamiento de lo que hoy es Salisbury.
Ha sido un día maravilloso: nos ha hecho muy buen tiempo, se nos ha dado todo fenomenal y cada vez confirmo más lo bien que se nos da a María y a mi andar por ahí juntxs.
Un gusto.
Dos cosas, una en positivo y la otra no estoy seguro: el sitio es un espectáculo alucinante. Por poco que hayas leído sobre el monumento o por poco que sepas sobre él, es emocionante imaginar lo que supone: el esfuerzo, la cantidad de gente involucrada, la logística para calcular y coordinar... es un trabajo asombroso.
He estado hablando con Bellotti en el instituto, mi profe de inglés, y me decía que él, como me ha contado más gente, ha ido por allí hace años y que entonces no había turistas, ni entrada que pagar, ni autobuses, ni valla. Sólo ovejas. Y que claro que es algo asombroso, pero que hay muchos otros monumentos semejantes por aquí, quizá no tan espectaculares pero sí parecidos, a los que no va ni Perry.
Y con este comentario viene la segunda cosa: este lugar es un parque temático lleno de gente a la que no es muy seguro que le interese especialmente la prehistoria, la vida en el neolítico o los cromlech, y que de hecho están allí como quizá podrían estar en la National Gallery o en Hyde Park o en la exposición de Harry Potter.
Esto, sin duda, le quita bastante interés al asunto. O se lo pone, según se mire.
Me pasó lo mismo cuando estuve en Pompeya después de haber visitado unos días antes Ostia. Parece que hay algo en esas visitas multitudinarias que tiene más que ver con el márketing que con el verdadero interés por lo que estamos viendo.
También lo pienso con las colas del museo del Prado o del Reina Sofía para ver a Velázquez o a Dalí, o con las muchedumbres que llenan el British a cualquier hora del día, todos los días de la semana. Ejemplos no faltan.
En fin, no tengo las ideas muy claras sobre todo esto: ¿cómo se limita el número de gente que puede ir a estas cosas? ¿y quién lo hace? ¿basta con que haya que pagar una entrada? ¿compensa que con esa entrada y con la tienda se pague a quienes investigan allí? ¿vale el criterio de que aunque vayas sin que te interese, algo queda...?
Estuve pensando mucho qué foto poner aquí sobre este día. Al final me decidí por ésta, en la que el monumento queda un poco en segundo plano, pero que creo que habla bien de cómo efectivamente para mucha de la gente que está por allí cada día el monumento es sólo un segundo plano sobre el que hacerse un selfie molón para enviarlo por guasap a lxs colegas que no han podido ir.
En cualquier caso, la visita ha merecido muchísimo la pena, hemos disfrutado como enanxs dando vueltas a las piedras y mirándolas por aquí y por allá, y a mi me ha encantado poner otro tick en mi lista de cosas para ver antes de morirme...
sábado, 9 de junio de 2018
Richmond
Hemos estado en Richmond. Otro de esos parques maravillosos que hay en Londres y que tenía pendiente. Recuerdo que uno de los primeros días una de las profas me sugirió que fuera a la Wallace Collection y a la Isabella Plantation, en el parque Richmond.
La Wallace Collection fue el primer museo que vi aquí: pequeñito, manejable, bello.
Y el consejo para la Isabella Plantation era que esperara a que llegara la primavera para disfrutarlo de verdad. Y eso es lo que hemos hecho hoy: disfrutar de las camelias y las azaleas y los rododendros, que eran un espectáculo asombroso.
Me confirmo en lo que ya he contado aquí otras veces: no hay quien supere a esta gente organizando parques y museos. Lo hacen muy, muy, muy bien.
Y por la noche a cenar con compañerxs del instituto a casa de una de las profas. ¡Qué bien se está cuando se está bien!
La Wallace Collection fue el primer museo que vi aquí: pequeñito, manejable, bello.
Y el consejo para la Isabella Plantation era que esperara a que llegara la primavera para disfrutarlo de verdad. Y eso es lo que hemos hecho hoy: disfrutar de las camelias y las azaleas y los rododendros, que eran un espectáculo asombroso.
Me confirmo en lo que ya he contado aquí otras veces: no hay quien supere a esta gente organizando parques y museos. Lo hacen muy, muy, muy bien.
Y por la noche a cenar con compañerxs del instituto a casa de una de las profas. ¡Qué bien se está cuando se está bien!
viernes, 8 de junio de 2018
El atajo
Ya he contado aquí alguna vez que el cole es un laberinto lleno de atajos y de vueltas y revueltas. Originalmente era un convento. Y a lo largo de toda su vida ha sufrido ampliaciones, cambios, reformas y añadidos demasiado improvisados que lo han ido convirtiendo en un edificio atractivo y caótico. Lo que tiene de interesante creo que lo tiene también de difícil de mantener y de poco sostenible.
Uno de esos 'atajos' es el que va de la sala de profesores a la zona de secretaría sin tener que atravesar el patio para ir de un edificio a otro. Es por donde me llevó el conserje el primer día que llegué para ir al despacho de la directora.
Después de ese primer día he usado muchas veces ese camino para ahorrar unos minutos y no llegar tarde a clase o al comedor.
Y poco a poco he ido sintiendo el placer de que sea uno de los poquísimos lugares silenciosos del instituto. Unos pocos metros en los que hay silencio. Una especie de oasis de silencio en mitad del alboroto del colegio.
Estos días, además, se está convirtiendo en un pequeño jardín maravilloso en el que cada día hay algo nuevo que descubrir: hoy he encontrado estas flores preciosas, pequeñas, ocultas en esa especie de callejón poco transitado.
Una delicia. Un descanso.
Uno de esos 'atajos' es el que va de la sala de profesores a la zona de secretaría sin tener que atravesar el patio para ir de un edificio a otro. Es por donde me llevó el conserje el primer día que llegué para ir al despacho de la directora.
Después de ese primer día he usado muchas veces ese camino para ahorrar unos minutos y no llegar tarde a clase o al comedor.
Y poco a poco he ido sintiendo el placer de que sea uno de los poquísimos lugares silenciosos del instituto. Unos pocos metros en los que hay silencio. Una especie de oasis de silencio en mitad del alboroto del colegio.
Estos días, además, se está convirtiendo en un pequeño jardín maravilloso en el que cada día hay algo nuevo que descubrir: hoy he encontrado estas flores preciosas, pequeñas, ocultas en esa especie de callejón poco transitado.
Una delicia. Un descanso.
jueves, 7 de junio de 2018
Londsdale
Cada vez estoy más seguro de que los pequeños placeres son los verdaderamente importantes. Las pequeñas cosas que pasan de vez en cuando y hacen que la vida nos parezca un poquito más amable. Nada excepcional. No me refiero, desde luego, a los grandes acontecimientos, a los cambios que nos dan la vuelta a la vida y nos hacen seguir por un camino que ni siquiera imaginábamos. Esas cosas son importantes, claro, pero me refiero a lo pequeñito, a lo cotidiano, al día a día...
Después del instituto hemos estado tomando algo María y yo en el Earl of Londsdale. Un ratito de charla en la terraza. Un rato de complicidad y conversación.
Y ya.
Y luego paseando a casa.
Nada trascendente: sólo uno de esos pequeñitos placeres que hacen que la vida mole tanto.
Después del instituto hemos estado tomando algo María y yo en el Earl of Londsdale. Un ratito de charla en la terraza. Un rato de complicidad y conversación.
Y ya.
Y luego paseando a casa.
Nada trascendente: sólo uno de esos pequeñitos placeres que hacen que la vida mole tanto.
miércoles, 6 de junio de 2018
Vino con jamón
Cuando me vine a Londres propuse a un montón de gente que vinieran a hacerme una visita. Me gusta la soledad y me siento a gusto en mis tiempos conmigo mismo. Pero también me encanta compartir cosas que me gustan con gente que me gusta, así que me parecía un planazo compartir esta ciudad inacabable con la gente que me interesa.
Mucha de esa gente a la que le propuse venir me decía que cuando se dejaran caer por aquí lo harían con un paquetito de jamón y otro de queso.
Dicho y hecho: cuando Sergio y Pilar llegaron hace unos días una de las primeras cosas que sacaron de su maleta fue un paquete de jamón rico, rico. Y en la foto estamos dando buena cuenta de una racioncita con un vino del Sainsbury's...
Ni tan mal.
Mucha de esa gente a la que le propuse venir me decía que cuando se dejaran caer por aquí lo harían con un paquetito de jamón y otro de queso.
Dicho y hecho: cuando Sergio y Pilar llegaron hace unos días una de las primeras cosas que sacaron de su maleta fue un paquete de jamón rico, rico. Y en la foto estamos dando buena cuenta de una racioncita con un vino del Sainsbury's...
Ni tan mal.
martes, 5 de junio de 2018
Otra vez al British
Vuelvo al British Museum: cuando pienso en posibles motivos por los que seguir aquí más tiempo, uno de los más importantes es sin ninguna duda este museo increíble. Y todos los demás museos alucinantes que hay en la ciudad.
No me canso...
No me canso...
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British Museum
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